El equipo marcó un autogol como gesto de humildad durante un partido en enero, cuando una contrincante quedó tendida en terreno de juego.
La Junta Directiva de la RFEF, reunida este miércoles 26, ha decidido otorgar el trofeo ‘Pedro Zaballa’, premio al juego limpio, a la selección navarra femenina sub-21 de fútbol sala. El motivo es el autogol que anotó la jugadora Goreti Urtasun Beaumont tras recibir las órdenes de sus seleccionadores el 27 de enero de 2017 en Alcantarilla (Murcia) en el Campeonato Nacional de fútbol sala femenino sub-21.
La selección navarra anotó el 1-0 con una jugadora de Melilla tendida en el suelo sin las jugadores percatarse de esa situación. Los seleccionadores navarros dieron órdenes a las suyas de anotarse un autogol y fue Goreti la encargada de establecer el 1-1. Un gesto deportivo que fue reconocido nacionalmente y que incluso recibió el homenaje del Atlético de Madrid Navalcarnero en su visita a Arrosadia esta misma temporada.
El galardón se le otorga a la selección sub-21 femenina al completo (incluidos los seleccionadores), aunque será Goreti Urtasun quien se desplace el jueves 27 de julio a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para recibir el ‘Pedro Zaballa’. Recogerá el trofeo en la Asamblea General de la RFEF donde además también estarán los navarros Rafa del Amo, David Ruiz, Carlos Garde y Jesús Miranda. Aquí puedes ver el vídeo del autogol.
Según la Federación Navarra de Fútbol, la caballerosidad en todos los ámbitos de la vida es una virtud en desuso, aunque aquellos que la practicaron, como Pedro Zaballa, han dejado una herencia que aún hoy algunos recogen y mantienen viva.
Hace 79 años nació Pedro Zaballa Barquín (Castro Urdiales, Cantabria; 29 de julio de 1938 - Oviedo, Asturias, 4 de junio de 1997), quien da su nombre a un trofeo a la deportividad debido a la grandeza del gesto que protagonizó en el estadio Santiago Bernabéu cuando jugaba en el Sabadell.
Por aquella jugada recibió el galardón "Fair Play" en 1969, y después la Federación Española de Fútbol instituyó desde 1998, al año siguiente de su fallecimiento, el galardón que lleva su nombre a "aquella persona, club, e inclusive a una afición en general, que se distinga por su correcto comportamiento".
LA HAZAÑA DE ZABALLA
Corría un 2 de noviembre de 1969 y el partido entre Real Madrid y Sabadell iba con empate a cero. La jugada transcurrió así: le llegó el balón a sus pies, cuando la portería estaba vacía porque el portero madridista, Avelino Zapico Junquera, había caído lesionado al chocar con su compañero Espildora y con un rival.
"La jugada...se originó en un saque de falta contra mi portería; la botaron por encima de la barrera y según vi venir el cuero me lancé a despejar de puños, lo que conseguí pero a costa de sufrir un fuerte choque con mi compañero Espíldora y con Palau, que había entrado al remate y que me alcanzó con su rodilla en el pómulo derecho", recuerda Junquera en el diario La Nueva España.
Zaballa podía marcar sin impedimento pero prefirió echar el balón fuera y solicitó asistencia para los lesionados. El gesto mereció en ese momento la ovación de los 80.000 espectadores del Bernabéu.
Irónicamente, el Sabadell perdió aquel partido 1-0 con un gol que marcó Pirri en el minuto 89.
"Pensé en que dos compañeros de profesión necesitaban asistencia sanitaria; y en que eso estaba antes que marcar. El fútbol es un deporte, no la guerra", comentó Zaballa tras el encuentro.
