El acto tendrá lugar en la plaza San Francisco y participarán 40 bares de la capital además de 20 empresas del sector alimentario.
El grupo Zaporeak Navarra organizará el próximo 12 de mayo un evento en el que unirá gastronomía y solidaridad, repartiendo más de 5.000 pinchos entre los asistentes con el fin de recaudar fondos para destinarlos a su proyecto de ayuda humanitaria a las personas refugiadas y migrantes que en este momento se encuentran en Grecia.
Así lo ha anunciado este jueves en rueda de prensa el coordinador del proyecto, Javier Ruiz, que ha comparecido junto a los voluntarios Mikel Agirrezabal, Sagrario Lasarte y Emilia Infante.
La cita tentrá lugar el 12 de mayo en la plaza San Francisco de Pamplona a partir de las 11.00 horas y en ella participarán más de 40 bares de Pamplona y 20 empresas del sector alimentario.
Un homenaje a las personas refugiadas y migrantes que han llegado a Navarra dará comienzo al acto, en el que colaborarán más de 100 voluntarios distribuidos en 30 puestos.
‘Koxk, ¡da un mordisco a la solidaridad!’ es el nombre de esta iniciativa, que este año celebra su segunda edición.
El precio de este “gran pintxopote”, como lo han denominado sus organizadores, será de 1,50 euros.
También la cultura tendrá lugar en esta fiesta solidaria y gastronómica, ya que la Txaranga Ziripot amenizará el acto, al igual que el grupo de danzas Oberena Dantza Taldea.
Algunos componentes del grupo Ene Kantak estarán firmando y sacándose fotos con quienes se acerquen a su stand, y una exposición de fotografías mostrará la situación de los refugiados en Grecia.
A partir de la tarde del miércoles se va a poner en marcha una campaña a través de las redes sociales, en la que participarán las jugadoras del equipo Osasuna femenino y el grupo Motxila 21.
Asimismo, los cines Golem emitirán todos los días un anuncio antes de cada sesión con el fin de animar a la ciudadanía a participar en el evento.
“Lo que pretendemos es financiar y concienciar a la gente, que no se piensen que el problema ha acabado sino que sigue ahí a pesar de que a veces no se oye demasiado”, ha explicado el voluntario Mikel Agirrezabal.
Actualmente, los integrantes de este proyecto solidario y gastronómico están repartiendo una cena diaria a 1.600 personas vulnerables en el campo de refugiados de Moria, en Lesbos.
Según el coordinador del proyecto, este recinto es “casi un campo de exterminio” debido a las “lamentables” condiciones en las que se encuentran las personas allí hacinadas.
En este sentido, ha denunciado que es un espacio pensado para albergar a 3.500 personas pero que hoy en día hay 7.000 y que en octubre había 10.000.
Tras lamentar que cerca de 80 personas comparten un único baño, ha alertado de que hay una gran cantidad de suicidios e intentos de suicidio.
Ruiz ha asegurado que esta iniciativa pretende, mediante un plato de comida digno, “devolver la dignidad” que a estas personas “les quitan Europa y los Gobiernos”.
“Por desgracia, va a durar bastante tiempo y necesitamos la participación de toda la sociedad para seguir trabajando allí”, ha trasladado.
