La candidata del PSN a la Presidencia del Gobierno foral, María Chivite, ha considerado un avance el recorte de libertades llevado a cabo durante su mandato al frente del Gobierno de Navarra con la retirada de los conciertos educativos a los colegios de educación diferenciada.
Como se recordará, en contra del criterio de buena parte de sus militantes e incluso de su gabinete de Gobierno, con un consejero que tiene a sus hijas escolarizadas en un de estos colegios, la presidenta decidió retirar el concierto educativo a los colegios Irabia-Izaga y El Redín-Miravalles por mantener al alumnado separado por sexos.
Se da la circunstancia de que la Constitución Española garantiza la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos, libertad que fue directamente atacada por la denominada Ley Celaá y que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra consideró inconstitucional.
Posteriormente, y tras la renovación de los miembros del Tribunal Constitucional copando la mayoría los jueces denominados "progresistas", la justicia dio un bandazo para darle encaje legal a aquella ley que posibilitaba la retirada de los conciertos, dejando aproximadamente a unas 2.000 familias en Navarra en una situación económicamente comprometida.
Pues dicha medida es un "gran avance" para la candidata socialista, quien la ha destacado como uno de sus logros en materia educativa.
Igual de orgullosa se ha mostrado con la oferta formativa de la UPNA en el campus de Tudela, ciudad a la que prometió el grado de INEF, y acabó implantando esos estudios en Pamplona.
