• viernes, 29 de marzo de 2024
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POLÍTICA

Los parlamentarios críticos de Podemos no se van y dejan la puerta abierta al cambio de nombre del grupo

Laura Pérez se ha defendido de las acusaciones de su expulsión y ha dejado en manos de las bases la separación del partido.

La parlamentaria Laura Pérez,  junto con Carlos Couso y Rubén Velasco, explica su postura respecto a su expulsión de Podemos (05). IÑIGO ALZUGARAY
La parlamentaria Laura Pérez, junto con Carlos Couso y Rubén Velasco, explica su postura respecto a su expulsión de Podemos. IÑIGO ALZUGARAY

La ex secretaria general y parlamentaria de Podemos Navarra, Laura Pérez, ya expulsada de la formación morada, ha confirmado que seguirá en su escaño, al igual que el resto de parlamentarios críticos, pero ha emplazado a las bases para que decidan sobre esta crisis y el futuro de la formación.

En este sentido, ha destacado que a los parlamentarios que le han apoyado se les ha tachado de "ilegítimos" y ha remarcado que "si la mayoría de este grupo parlamentario es considerado ilegítimo, es posible que el grupo parlamentario no tenga que llevar el nombre de un partido que reniega de él", ya que cuatro de sus siete miembros son críticos con la dirección.

Sin embargo, preguntada por la posibilidad de crear otra formación diferente de Podemos, pese a negar esta intención ha dejado una puerta abierta: "Me parece especialmente preocupante que se divida el espacio político que ocupó Podemos y se pierda esa transversalidad que conseguimos con las ideas esenciales y fundaciones de Podemos que hoy se han visto apartadas. No voy a contribuir a disgregar el voto".

Pero, ha agregado que "lo que pueda surgir de esta nueva situación será siempre atendiendo y escuchando a lo que la gente demande". "Tampoco se descarta absolutamente nada", ha precisado Pérez, quien también ha comentado que no descarta emprender medidas judiciales contra la dirección.

Por otro lado, ha asegurado que, a pesar de que les "echen", el año que queda de legislatura continuarán en el Parlamento ya que queda "mucho trabajo por hacer, muchísimos compromisos por cumplir" y ha garantizado que con sus votos quieren ser "determinantes" a la hora de "exigir el cumplimiento de dichos compromisos enmarcados en el acuerdo programático y en nuestro programa".

Pérez, que ha ofrecido este viernes una rueda de prensa junto a los parlamentarios Carlos Couso y Rubén Velasco (Fanny Carrillo se encuentra de viaje aunque se alinea con el grupo crítico), sobre la situación en la que queda ahora el grupo parlamentario de Podemos y si barajan cambios en el nombre, ha afirmado que están abiertos a "todo". "Tendrá que ser en esos foros de debate y en esos espacios abiertos a toda la militancia donde se tomen esas decisiones", ha comentado.

Según ha dicho, es "obvio" que ella "no puede seguir hablando en nombre de Podemos" y ha asegurado que le cuesta "seguir llevando el apellido de una organización" que siente que le ha "maltratado".

"ACOSO, HOSTIGAMIENTO Y ATAQUES MACHISTAS"

En este sentido, ha explicado que desde el "minuto uno" en el que fue elegida secretaria general del partido en el año 2015 ha recibido "distintas formas de acoso y hostigamiento, ataques machistas, obstrucción interna, puenteo, difamaciones y conspiraciones".

Y ha querido dejar claro frente a las "burdas acusaciones" por las que ha sido expulsada que "volvería a hacer todas y cada una de estas cuestiones". "En todo momento mi acción política ha venido marcada por un programa político, por un mandato popular y por un compromiso que adquirimos en el año 2015 cuando fuimos elegidas, que nos ha llevado a actuar con lealtad al acuerdo programático y al cuatripatito, sin que eso obste a que hayamos sido exigentes en su cumplimiento".

"Si esto resulta incómodo, si esta incomodidad es el precio que hay que pagar por actuar con coherencia lo asumo, pero no debería ser yo ni las ideas que he venido representando las que quedaran fuera de Podemos, sino una dirección que expulsa y deja fuera a quienes se posicionan frente a las injusticias", ha sostenido.

Igualmente, ha lamentado las acusaciones de "corrupción, de haber utilizado mi cargo para beneficio propio, de percibir retribuciones que no me corresponden o de haber hecho dejación de funciones".

Para "reparar" su "dignidad" y porque "la ciudadanía merece que explique qué ha pasado", ha comparecido con argumentos y copias de correos electrónicos que rebaten esas acusaciones al demostrar que ella ya cursaba el Máster pedagógico conocido como CAP antes de que en el Parlamento votara a favor de establecer una moratoria para su obtención, en una moción de UPN que había asumido sus propuestas.

También ha dicho poder constatar que no se negó a asumir su cese como portavoz del grupo parlamentario, y que no hizo a su juicio dejación de sus funciones cuando no asistió a un pleno, en el que no hubo votaciones por lo que su ausencia no fue relevante, o cuando fue sustituida en "no más de cinco comisiones" que compensó con otras tantas sesiones que no le correspondían a ella, una dedicación que "siguió siendo la misma", por lo que no se aplicó la reducción proporcional de retribución.

CRÍTICAS A LA DIRECCIÓN DEL PARTIDO Y AINHOA AZNÁREZ

Del mismo modo, Pérez ha valorado que el objetivo de su expulsión del partido ha sido "asegurarse el control de la lista al Parlamento", y ha afirmado sentirse "maltratada" por la dirección del partido, que le ha dirigido "acusaciones graves que no se pueden permitir".

Además, ha preguntado a la dirección de Podemos si con su denuncia, que ha conllevado su expulsión, "eran conscientes del ataque que iba a suponer al partido y a su persona; por qué nunca intentaron contrastar e informarse de las acusaciones; y por qué no intentaron solucionar el problema internamente o iniciar una mediación sin poner en riesgo el grupo parlamentario, a la mayorías que conforman el cuatripartito y la propia estabilidad del Gobierno".

En su opinión, "el descrédito que la imagen del partido ha dado durante estos meses sólo es imputable a la dirección actual del partido", que ha querido "evitar el debate democrático, la confrontación de ideas y asegurarse el control de las listas al Parlamento, porque aquí está el quid de la cuestión".

"Su objetivo era que yo no pueda liderar ninguna candidatura que les pudiera hacer frente. Sin haberme preguntado si quiera si iba a volver a presentarme, han preferido descabezar a la que fuera la secretaria general y con ella a quienes defendimos el proyecto de 2015, que resulta antagónico con la deriva que está tomando la actual dirección", ha sostenido.

Para Laura Pérez, "han puesto irresponsablemente en riesgo la unidad del espacio político que ocupamos en 2015 y que fue fundamental para el cambio" y ha considerado que "si la actual dirección quiere dinamitarlo habrá que volver a reconstruirlo".

Asimismo, preguntada por si los críticos se plantean quitar la presidencia a Ainhoa Aznárez, Pérez ha considerado que la actual presidenta del Parlamento foral ha demostrado "un absoluto desconocimiento del reglamento que aplica y tiene el deber de conocer".

"No solo firmó un cambio de portavocía sin cumplir el reglamento, sino que luego también ha acometido otra serie de actuaciones como negarse a firmar el certificado de portavocía del nuevo portavoz", ha criticado la exsecretaria general del partido, quien ha remarcado que "tendrá que ser ella quien decida si realmente se considera competente y capaz para seguir en el cargo que ostenta".

A su juicio, "por encima de aparatos y siglas sin proyecto político, está la esperanza y el trabajo de muchísimas personas que aun confían en nosotras y con las que nos comprometimos".

"Es por todas ellas que aunque quieran echarnos nos resistimos a abandonar y dejar la ilusión de la gente en manos de una dirección que la desprecia. No nos vamos, nos echan", ha relatado Pérez, quien ha opinado que la dirección está "eludiendo un verdadero debate político y estratégico que subyace, el decidir dónde y cómo se han de tomar las decisiones, si aquí o pidiendo permiso a Madrid".

Por ello, ha defendido "un debate y reflexión conjunta con las bases de Podemos, con la sociedad civil y con todos aquellos agentes que confiaron en el cambio" sobre "la profundidad que el cambio ha representado, si ha cumplido con las expectativas y qué programa debe existir y cumplir de cara a las futuras elecciones de 2019".


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