Entre los resultados del informe, destaca que entre abril y septiembre de 2022, las PYMES dedicadas a la construcción declararon un aumento de su cifra de negocios del 24,3 %, las de industria del 23,6 % y comercio y servicios de solo un 13,8 % y un 18,3 % respectivamente.
No pintaban también las cosas en lo que se refería a las expectativas económicas para el periodo en que ahora nos encontramos, de octubre de 2022 a marzo de 2023, ya que para este periodo solo un 4,3 % de las PYMES creían que sus ventas netas iban a crecer en el periodo. Algo preocupante si tenemos en cuenta que es un intervalo de tiempo que incluye fechas como el Black Friday, Cyber Monday, Navidad y Reyes.
En el caso de venir mal dadas, el margen de maniobra se preveía escaso. La percepción sobre el acceso a la financiación por parte de las PYMES, quienes principalmente acuden a los préstamos bancarios cuando necesitan liquidez, relejó un deterioro en el periodo entre abril y septiembre de 2022, algo que no ocurría desde 2013.
Esta percepción negativa se debió principalmente al aumento de las solicitudes rechazadas y al aumento del porcentaje de PYMES a las que concedieron solo parte del préstamo que habían solicitado, o a las que se les concedió a un coste muy elevado.
De hecho, un 70 % de las PYMES declararon haber asistido a un incremento de los tipos de interés lo cual coincide con los últimos movimientos del Banco Central Europeo y, de momento, no parece que vaya a cambiar la tendencia.
Tras consultar en el portal de financiamiento online Kreditium sobre las posibles alternativas para las PYMES a los bancos de toda la vida como fuente de financiación, nos trasladaron preocupación. Desde el punto de vista de los encargados de dicho portal la competencia que hay en los préstamos personales todavía no ha llegado plenamente al mundo empresarial y las posibilidades en el segundo son bastante más limitadas.
Por ello, muchas veces los propietarios de PYMES deben acudir a préstamos online pensados para particulares. No es lo ideal, pero a veces es la única opción.
Como es lógico, esto no sirve cuando la PYME está en el rango más grande de lo que sería una mediana empresa, ya que los préstamos personales raramente van a cubrir una cantidad superior a 60.000 o 70.000 euros (al menos no sin una garantía hipotecaria, algo que no todas as PYMES tienen posibilidad de usar); pero en los casos de cantidades más humildes, es una solución más rápida y asequible, ya que hay muchos préstamos online ya en oferta en el mercado.
Sin embargo, desde el portal financiero advierten que los préstamos que ofrecen los prestamistas online no suelen ser más baratos que los que ofrecen los bancos tradicionales, así que si el problema eran los altos intereses, puede que tampoco sea una solución. Por supuesto, nunca está de más comparar unas opciones y otras.
En casos de necesidades de liquidez mayores, la alternativa más factible suele ser el crowdlending, pero la financiación que se consigue mediante esta vía suele ser más cara que la tradicional (aunque en ocasiones con requisitos más bajos). Al fin y al cabo, para que un préstamo de crowdlending funcione, hay que ofrecer una rentabilidad atractiva a los inversores particulares que van a financiar dicho préstamo.
Finalmente, tenemos las líneas de financiación públicas. En lo que se refiere a costes suelen ser las más interesantes con gran diferencia, pero lo cierto es que requieren cumplir con unos requisitos y completar un papeleo, que no todas las PYMES son capaces de asumir.
