• viernes, 19 de abril de 2024
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CINE

La Policía Foral salta a la gran pantalla como uno de los auténticos protagonistas del fenómeno 'El guardián invisible'

"Es una manera de demostrar que en Navarra existe otra policía", valoran desde el cuerpo foral, que ha colaborado activamente en la producción de la película.

El jefe de la Policía Foral, el subinspector y responsable de comunicación y el inspector de la comisaría de Elizondo, junto a la actriz Marta Etura y la escritora Dolores Redondo en la presentación en Madrid de 'El Guardián Invisible'. CEDIDA
El jefe de la Policía Foral, el subinspector y responsable de comunicación y el inspector de la comisaría de Elizondo, junto a la actriz Marta Etura y la escritora Dolores Redondo en la presentación en Madrid de 'El Guardián Invisible'. CEDIDA

Con permiso de la inspectora Amaia Salazar o el Basajaun, el cuerpo de la Policía Foral es uno de los auténticos protagonistas de 'El guardián invisible', tanto en su versión literaria como en la recién estrenada película en la que se ha volcado la policía navarra.

Desde el germen de la novela de Dolores Redondo, allá por el año 2008, hasta el estreno del filme, la Policía Foral ha trabajado estrechamente con la escritora y la productora audiovisual para asesorarles en cuanto al trabajo diario de los agentes y las cuestiones más específicas relacionadas con la investigación criminal.

El subinspector Mikel Santamaría, responsable de comunicación de la Policía Foral, recuerda cómo se gestó el proyecto que ha acabado convirtiéndose en un auténtico fenómeno editorial con más de un millón de libros vendidos sólo de la primera entrega de la trilogía del Baztán. "En 2008 me reuní con Dolores Redondo en Tudela y me dijo que quería escribir una novela con una inspectora de homicidios como protagonista", rememora Santamaría sobre su primer encuentro con la escritora afincada en Cintruénigo.

LA POLICÍA FORAL, INVOLUCRADA EN LA NOVELA DESDE SU ORIGEN

Desde aquel momento, Santamaría y Redondo fueron trabajando conjuntamente en la revisión de atestados policiales sobre crímenes que podrían ayudar a dar veracidad a la novela, así como en las particularidades de los procesos de investigación para que resultaran fidedignos. Después, la escritora ha sido bastante meticulosa para que los responsables de adaptar su libro al cine mantuvieran ese rigor en la película.

"Hace 10 años, cuando nos conocimos, quién iba a pensar que estaríamos aquí estrenando una película sobre esta historia", le comentó Mikel Santamaría a Dolores Redondo en el preestreno de 'El guardián invisible' en Pamplona. Además, el subinspector y portavoz de la Policía Foral, el mando de la comisaría de Elizondo y el jefe de Policía Foral han participado esta semana en la premiere de la cinta en Madrid, en la que han querido tener un detalle con la inspectora más conocida del cuerpo, Amaia Salazar, y han regalado la txapela de su uniforme a la actriz que le ha dado vida en la gran pantalla, Marta Etura.

La Policía Foral ha trabajado codo con codo con el director del filme, el pamplonés Fernando González Molina, así como con el equipo artístico y de producción de la película, que han contado con el asesoramiento de la Policía Científica y la Policía Judicial, así como la colaboración de guías caninos y la cesión de uniformes y coches para el rodaje de las escenas. De igual manera, algunos agentes han intervenido como extras en varias secuencias, especialmente las rodadas en exteriores de Otsondo y Artesiaga en las que se recrean los hallazgos de los cadáveres que dan lugar a la investigación.

'TIRÓN DE OREJAS' AL DIRECTOR POR LAS LICENCIAS CINEMATOGRÁFICAS

Los actores también han sido instruidos por agentes para desenvolverse en el manejo de las armas de fuego. Patxi Salvador, el actual responsable de la comisaría en Elizondo, ha sido quien ha enseñado a Marta Etura y Carlos Librado 'Nene', la pareja de agentes protagonistas, a empuñar las pistolas, desmontarlas y proceder a su carga y descarga.

Aunque también hay espacio para la crítica, ya que las licencias cinematográficas no siempre respetan la realidad de las investigaciones policiales. Es el caso de las famosas secuencias con las tortas de txantxigorri que el asesino de la historia deja en cada una de sus víctimas. Según puede verse en el filme, los agentes guardan los dulces como evidencias del crimen dentro de bolsas de plástico, pero desde la Policía Foral han 'regañado' al equipo de la película porque como pruebas orgánicas, nunca se almacenarían en recipientes plásticos sino en bolsas de papel.

Además de la colaboración de la Policía Foral, los responsables de la película también han recibido asesoramiento del Instituto Navarro de Medicina Legal para poder recrear las secuencias de análisis forenses, así como el levantamiento de cadáveres. En definitiva, se trata de dar veracidad a todo lo que se ve en pantalla y aprovechar también la película para acercar al público cómo es el trabajo real de los agentes forales y demás profesionales implicados en investigaciones de homicidios.

UNA MANERA DE PROYECTAR EL TRABAJO DE LA POLICÍA FORAL

Desde la Policía Foral tenían muy claro que la novela, y ahora la película, podían servir de gran manera a dar proyección a un cuerpo policial que fuera de Navarra prácticamente no se conoce. "Se va a conocer más, y no sólo a nivel nacional, también nuestro trabajo va a llegar a todo el mundo a través del estreno internacional de la película", explica Mikel Santamaría. "Es una manera de demostrar que existe otra policía, pequeña pero que trabaja y resuelve las cosas en Navarra".

Los propios agentes han visto cómo desde que se publicó la primera novela de la trilogía del Baztán, en 2013, hay más interés por conocer el trabajo de la Policía Foral. De hecho, las visitas guiadas en Elizondo para explicar in situ los escenarios de la historia incluyen una parada en la comisaría de la Policía Foral en la capital del valle de Baztán.

Se trata de una de las paradas que más suscita la atención de los visitantes, ya que no están acostumbrados a acceder a las dependencias policiales y recibir explicaciones sobre cómo funcionan. El cuerpo navarro se ha mostrado desde un principio favorable a dar a conocer su modo de trabajo y apostar por este tipo de actos de apertura. Incluso se ha habilitado en la comisaría de Elizondo un despacho virtual para la inspectora Amaia Salazar, a modo de homenaje al personaje literario y a su creadora, Dolores Redondo.


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