Durante el acto, en el que ha predominado el lanzamiento continuo de petardos y bengalas, se han oído gritos contra UPN.
Como ya es tradición, un nutrido grupo de personas ha querido prolongar un poco mas los Sanfermines de este 2019, despedidos esta medianoche, y para ello han corrido el conocido como encierro de la villavesa.
Si bien durante años corrían tras un autobús del servicio de transporte urbano, del que toma nombre este último acto festivo, el vehículo ya no hace esta ruta, evitando así situaciones de peligro, y en su lugar es una persona ataviada con un maillot amarillo, como si fuera el ciclista Miguel Induráin, el que les sirve para su propósito.
Han sido alrededor de 300 las personas que, según los cálculos de la Policía Municipal, han tomado parte de este noveno encierro, en el que no hay constancia de ningún herido, según ha informado las mismas fuentes.
El número de participantes ha sido bastante menor que el de años pasados, ya que el 15 de julio coincidió en fin de semana, mientras que este año ha sido en lunes, por lo que la asistencia se ha visto reducida.
Cientos de jóvenes se han dado cita a las 8 horas de este lunes para ser perseguidos por su 'Induráin' particular en el recorrido del encierro.
En la cuesta de Santo Domingo se han visto grupos de jóvenes con camisetas de apoyo a los condenados por la brutal paliza a los guardias civiles y a sus parejas en Alsasua. De hecho, durante la espera del comienzo del encierro, han comenzado en varias ocasiones a entonar eslóganes a favor de los agresores.
Del mismo modo, también se han lanzando gritos de "UPN, kanpora" (fuera UPN), así como se ha oído la canción tradicional de la Korrika (la marcha que presuntamente se organiza para apoyar el euskera, pero en cuyo recorrido se portan fotos de asesinos de ETA y carteles en favor de los presos de la banda terrorista), ya que un pequeño grupo de personas ha portado una pancarta representativa de este acto.
PETARDOS, BENGALAS Y COHETES
Mientras llegaban las ocho de la mañana, la cuesta de Santo Domingo ha sido un continuo lanzamiento de petardas, bengalas y cohetes, mientras que una joven disfrazada de San Fermín y con una botella de un litro de cerveza se ha encaramado a la hornacina donde los mozos suelen cantar al santo antes de los encierros reales.
Tras los cánticos a este particular San Fermín, sobre las 8.15 horas ha aparecido el protagonista del encierro, embutido en un maillot amarillo y que ha recibido el aplauso de los allí presentes mientras se dirigía, acompañado de su bicicleta, hasta los corrales.
Pasadas las 8.15 horas, el ciclista ha comenzado a subir la cuesta de Santo Domingo, rodeado por una multitud de personas, que ha corrido con él por las calles del Casco Viejo de Pamplona, siguiendo el recorrido que hacen los toros en los Sanfermines, hasta la llegada a la plaza de toros.
Durante este trayecto se les ha unido otra bicicleta que, con altavoces, ha añadido música a este simulado encierro, que ha continuado siendo un lanzamiento continuo de petardos.
A su llegada a la puerta cerrada del coso pamplonés, los jóvenes han aplaudido a su Induráin particular y han continuado con las canciones, las bengalas y los petardos parar poner punto final a unos Sanfermines que ya habían terminado hacía más de ocho horas.
