Un libro presentado en Pamplona refleja que, a partir de ese momento, aumentaron las producciones sobre la banda terrorista, que, además, tenían una visión más crítica.
El asesinato del concejal de PP Miguel Ángel Blanco supuso un punto de inflexión para ETA en la televisión no informativa, según concluyen Santi de Pablo y Virginia López de Maturana, catedráticos de la Universidad del País Vasco (UPV), en el libro Testigos de cargo. La historia de ETA y sus víctimas en televisión.
En el libro, presentado este martes en Pamplona, los autores han analizado el período comprendido entre 1975 y la actualidad, centrados en programas de ficción y documentales, para dibujar la evolución de la imagen del terrorismo etarra y de sus víctimas en la televisión.
La conclusión a la que han llegado es que, en la transición y hasta finales de los noventa, en televisión era un asunto que se abordaba poco, menos que en el cine, donde en todo caso se dio una imagen de los miembros de ETA "un poco mitificada, como luchadores contra la dictadura, como guerrilleros", indica De Pablo.
Añade el coautor que, si en esos años "parecía que se obviaba el tema", es a partir del asesinato de Miguel Ángel Blanco cuando aumentan las producciones no informativas sobre ETA y se da "una visión mucho más crítica", coincidiendo también con la postura adoptada por la sociedad.
Fueron años "en los que el miedo existió en todos los sectores", aunque "tampoco se puede decir que la televisión no se atreviera", resalta, y recuerda documentales como los de Victoria Prego sobre la transición o Yoyes, sobre ETA, "valiente y muy válido".
Santi de Pablo destaca además que el interés actual parece que se mantiene en el tiempo e incluso se acrecienta, y cita como ejemplos producciones ya anunciadas como Patria, en HBO, o La línea invisible, en Movistar.
