La compañía artística Atena estrena este viernes en el teatro Gayarre de Pamplona su sexto montaje, "Mi propio universo", un que exterioriza la realidad de las personas con discapacidad.
La compañía artística Atena estrena este viernes en el teatro Gayarre de Pamplona su sexto montaje, Mi propio universo, un espectáculo de danza teatralizada que exterioriza la realidad de las personas con discapacidad que la protagonizan e invita al espectador a ponerse en su lugar.
Así lo han puesto de manifiesto en rueda de prensa sus responsables y dos de los artistas, todos ellos pertenecientes a la Fundación Atena, que desde hace 10 años produce sus espectáculos con las personas con las que trabaja desde 2001, fundamentalmente con Síndrome de Down, y saca a la luz la formación que reciben de una manera atractiva y artística para el espectador.
Según ha explicado la gerente de Atena, Arantxa Garatea, su actuación en el Gayarre se integra en la programación habitual de este teatro, "un paso más" que ha agradecido porque "no queremos que nos aplaudan por lo que somos sino por lo que hacemos", especialmente en un momento en el que ya funcionan como cualquier otra compañía, excepto por el hecho de que necesitan apoyo para sus participantes, especialmente cuando salen de viaje.
"La contrapartida es la capacidad de adaptación y de trabajo" de los componentes de la compañía, algo "impresionante", ha dicho la responsable de la Fundación Atena, quien ha señalado que la misión es fomentar el desarrollo integral de las personas con discapacidad a través del arte, y trabajar "por la igualdad de oportunidades", aunque "por sus características", sea "más complicado" el trabajo en los espectáculos.
En cualquier caso, ha explicado que en Mi propio universo se ofrece una muestra de la visión vital de los artistas de la propia obra, "de sus necesidades y deseos" y hacen que "el público pueda ver las cosas de otra forma", desde la óptica de una persona con discapacidad que tiene preocupaciones, sueños y siente el amor como los demás.
Serán 27 artistas, de entre 8 y 50 años, quienes pisen en esta ocasión el escenario y actúen con el hilo conductor de una voz en off que va desgranando las reflexiones y comentarios que ellos mismos han ofrecido sobre sus vidas en estos dos años en los que se ha trabajado para este montaje.
Así, ha incidido en que ellos mismos han sido artífices de la obra y del proceso creativo, en un trabajo en el que se implican y se responsabilizan y que los directores utilizan para dar la forma final a la obra.
Por su parte,la responsable del área artística de la Fundación Atena, Sandra Ayelo, ha explicado que en esta obra la intención es "plasmar las necesidades y los anhelos de esta población a la que generalmente no se le escucha" y se toma decisiones por ella cuando ellos mismos pueden hacerlo.
También han intervenido dos de los artistas, Ainhoa Suescun, de 23 años, quien ha explicado que estar en el escenario "es un sueño hecho realidad" y para ello "ensaya duro" porque "me gusta bailar" y sigue "a gusto" en la compañía diez años después de integrarse en ella.
Su compañero Mikel Sola también ha incidido en la idea del esfuerzo personal que conlleva el trabajo realizado hasta llegar al estreno, un trabajo que personalmente hace "concentrado y con alegría".
