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SOCIEDAD

Javier, Igor e Ismael: tres historias de pasión deportiva llevada hasta su trabajo

Estos tres jóvenes trabajadores de Decathlon Pamplona cuentan cómo los valores que marcan sus vidas son los que les aporta el trabajo y el deporte.

Javier Colomo, Ismael Marchal e Igor Puy, empleados de la tienda de deportes Decathlon Pamplona de Berriozar. IÑIGO ALZUGARAY
Javier Colomo, Ismael Marchal e Igor Puy, empleados de la tienda de deportes Decathlon Pamplona de Berriozar. IÑIGO ALZUGARAY

Reconocen que es algo complicado. Dejar que aquello que causa pasión se cuele en cada segundo que ocupa una vida, no es algo que le ocurra a cualquiera.

Pero ellos, además de otras muchas cosas, es una "suerte" que comparten. Javier, Igor e Ismael tienen 22, 29 y 41 años respectivamente. En su día a día, y durante las horas previas a cruzar la puerta que separa su vida personal de la laboral, ninguno de los tres suspira. Decathlon Pamplona, empresa en la que trabajan, es una prolongación de sí mismos. También de su pasión: el deporte. 

Tienen en común varios pensamientos, además de sus inicios. Estos tres jóvenes deportistas empezaron, "como casi todos los niños", a jugar al fútbol. De aquel primer día al actual, "ha llovido mucho".

UN RINCÓN DE PRIMERA

Son las palabras con las que arranca el testimonio de Ismael Marchal Rázquin, nacido en Pamplona hace 41 años. La historia de este padre de familia, dice entre risas que "sólo" tiene 4 hijos, se ha forjado en los campos de fútbol

Desde los 8 años hasta llegar a debutar en Primera División podría ser una de las frases que enmarcan el cuadro de su historia. Isma, como lo conocen sus compañeros, destacó en la temporada 1996-97 y después de vestirse de blanco en el Real Madrid durante un lustro. 

"Tuve la suerte de debutar en Primera hasta que sufrí una lesión", cuenta este futbolista de corazón. Culpa a una fractura de tibia y peroné de la misma que supuso este daño en su vida profesional. "Llegó un momento en el que, como todo futbolista, tuve que dejarlo", explica. 

Desde entonces, Ismael dedica al fútbol su tiempo "de forma altruista". La palabra satisfacción suena en su voz con fuerza. Es lo que le aporta el deporte. Fue en 2015 cuando decidió dar un giro a su rutina y empezar a pensar en buscar un empleo que le permitiese mantener este sentimiento. Pensó en Decathlon. 



Cruzó por primera vez la puerta de la tienda deportiva de Pamplona ese mismo año. "Confiaba en mí y creía que podía servir para vender mi experiencia", resume el pamplonés.

Achacó esta idea al hecho de que su vinculación con el mundo del fútbol podría ser clave para que quien practique esta alternativa en los campos saque lo máximo de sí mismo. Ahora, lo ha corroborado. "Saber qué resultado da un producto concreto es algo que el cliente agradece", considera Ismael. 

Su primer contrato en Decathlon Pamplona, que fue de 6 meses, se hizo indefinido. Con una jornada completa, la experiencia de Isma 'habla' entre los pasillos de la tienda que venden productos orientados a los deportes colectivos, como es el caso del fútbol. 

De cara y frente a frente a esta sección, un deporte cada día más de moda es el que venden y aconsejan Igor y Javier. Ambos instalados en el área del running, es auténtica pasión lo que relatan sus testimonios. 

SU SECRETO, TRAS UNAS ZAPATILLAS

Una anécdota de su niñez arranca el discurso de Igor. "Cuando mis padres me regalaban unas zapatillas de pequeño, siempre me decían que probase a ver cuánto corrían", cuenta divertido. Desde entonces, Igor ha tenido que darle la vuelta a esta idea para asegurarse de que, ahora, quien corre y supera sus propias marcas es él mismo. "Aunque el papel del calzado sea clave", deja claro. 

Igor Puy García trabaja en Decathlon desde hace 6 años. Experto como nadie en dar a sus clientes aquello que necesitan, se ha convertido en embajador de la marca Kalenji a nivel nacional. Esta idea supone que el joven, natural de Villava, pueda testar directamente los productos que colorean su rincón de trabajo. "Nuestra marca ha crecido muchísimo hasta el punto de llegar a ser buena o más que buena", dice volviendo a un tono más serio durante la entrevista. 

Su deporte pasión es el running e Igor cuenta con un entrenador personal difícil de compaginar con la exigencia: él mismo. Hace 5 años descubrió que correr le aporta la energía suficiente para seguir adelante con el resto de su vida. Entrena cinco días a la semana y sus objetivos y retos cada día tienen techos más altos. Quiere llegar a recorrer 10 kilómetros de carrera en 33 minutos. La última, la completó en 37. 

Puy comparte la idea de Ismael de que es fortuna lo que resume el poder aplicar su pasión en su trabajo. Diplomado en Magisterio por la Universidad Pública de Navarra, tiene intenciones de seguir evolucionando en la empresa. "Me gustaría trabajar para la marca, mi marca, y poder seguir mejorando aún más lo que hoy en día es Kalenji", dice. 

De hecho, es evolucionar una de esas palabras que repite en varias ocasiones. Lo hace en relación al running, "es complicado entrenarte a ti mismo", y a su trabajo en Decathlon Pamplona. Para él, el secreto de la empresa en la que trabaja es tener la oportunidad de poder ser claro y transparente con sus clientes. "Buscar la solución real de lo que necesita y darles lo que quieren, no lo que tú quieres que compren", apostilla en relación al tipo de venta que se impulsa desde la empresa.

LA ÉLITE DE LA EXIGENCIA

Javier Colomo Alfaro asiente mientras Puy hace esta afirmación. Deportista de élite, la meta de este pamplonés de 22 años es poder llegar a las Olimpiadas, algo por lo que pelea en su rutina. "Este año me he quedado muy cerca, esperemos que ocurra en 2020", afirma sin perder la sonrisa. Este atleta navarro batió el récord absoluto en salto de 110 vallas hace tan solo dos años. 

Su vida deportiva se cose entre premios y galardones, habiéndose convertido en varias ocasiones y categorías en campeón y subcampeón de España de esta modalidad. Además de subcampeón de Europa. Aunque de pequeño también empezó por el fútbol, recuerda perfectamente cómo uno de sus amigos le animó a probar el atletismo. "Al principio no sabía ni qué era", ríe divertido. 

Al cabo de dos meses y con tan sólo 12 años, ocurrió algo que no se esperaba: "Me enganché". A partir de ese momento, las tardes de Colomo se 'baten' en las pistas y el sacrificio que pone en su deporte hace evidente lo importante que es el esfuerzo a la hora de lograr las metas.

En su caso, empezar a trabajar en Decathlon fue algo que surgió de forma repentina. Hace dos años se animó a entrevistarse para vender los productos que visten su armario de a diario y tuvo el mismo éxito. "A los 6 meses me dijeron que me hacían indefinido".

Desde entonces, pasa las mañanas en los pasillos de la sección de running. Colomo es embajador internacional de la misma marca que vende junto a su compañero Igor: Kalenji. "Yo sabía aconsejar de zapatillas. Era lo que sabía. Me gustaba y es lo que me gusta", explica. 

Cada día es más consciente de que es "primordial" conocer el producto que se lleva el cliente, un plus del que él goza y hace patente de cara a cada una de las personas a las que aconseja en la tienda de Pamplona. 

EL PODER DE LOS VALORES

La transparencia de las tres miradas de estos jóvenes deportistas hablan por sí mismas. De hecho, es la misma que practican en su día a día mientras trabajan. "El mejor consejo que me han dado en esta empresa es que sea yo mismo", dice Ismael recuperando su relato. 

La naturalidad de sus afirmaciones es el secreto de su éxito deportivo y profesional. "Más que satisfechos" con su trabajo, son conscientes de que la oportunidad de trabajar en una empresa que te aporta tal calidad laboral, se refleja luego en su vida privada

El ambiente de trabajo entre los vendedores de Decathlon Pamplona, con 110 empleados, es clave para que fluya la comunicación. De esta misma hacen uso a la hora de establecer relación directa con los clientes que entran a la nave, ubicada en Berriozar. 

De hecho, sus conclusiones son más que lógicas. A la vez que emotivas. El inconformismo no va con ellos. Recalcan que es la satisfacción, la plenitud y los valores los sustantivos que mejor definen sus sentimientos cuando practican sus respectivos deportes.

Dentro de esos valores encuentran imprescindibles el sacrificio, la humildad, la exigencia y el respeto. Extrapolados a sí mismos, marcan también su vida dentro del trabajo. Es su filosofía de vida. Su forma de ir y seguir creciendo. 


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