• jueves, 28 de marzo de 2024
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SOCIEDAD

Entran en su fase final las obras de protección frente a crecidas del río Arga en Pamplona

Estas obras, ya en su fase final, han mantenido discurriendo el tráfico por un vial provisional y han reducido las plazas de aparcamiento de la zona.
 

Vista aérea de la zona de los Corralillos y de la Rochapea en una inundación.
Vista aérea de la zona de los Corralillos y de la Rochapea en una inundación.

Los miembros de la comisión y la Gerencia de Urbanismo de Pamplona, con el alcalde Joseba Asiron a la cabeza, han visitado este miércoles las obras que está realizando el Consistorio para minimizar los efectos de las inundaciones en la margen derecha del Arga, en su tramo comprendido entre el puente del Vergel y Oblatas.

Estas obras, ya en su fase final, han mantenido discurriendo el tráfico por un vial provisional y han reducido las plazas de aparcamiento de la zona.

Como las realizadas anteriormente en Errotazar-Parque del Runa, son obras de protección frente a inundaciones de cota T-50 (avenidas de agua que se suceden estadísticamente cada 50 años) y su financiación está subvencionada en un 80% por los fondos europeos FEDER 2007-2013.

Las obras están siendo llevadas a cabo por la UTE formada por Construcciones Amenabar, Promociones Sarasate XXI S.L. y Lacunza Hermanos S.L. y se adjudicaron el pasado mes de septiembre por un importe de 508.089 euros. Lo previsto es que están acabadas en un plazo de 89 días, según ha informado el Ayuntamiento.

En esencia, la intervención supone recuperar la llanura de inundación permitiendo que el río se sobre en la zona del Parque Runa, el aparcamiento de residentes de Corralillos y zona de Parque Fluvial hasta la zona de Oblatas, de forma que se elimine la crecida para la zona residencial del barrio.

En ese sentido, se adelantan las defensas contra el río mediante algunos recrecimientos y motas verdes defensivas que eviten la inundación en las calles Errotazar y Río Arga.

El proyecto fue redactado por el arquitecto municipal José Ignacio Iribarren Berrade y la arquitecta técnica del Consistorio, Raquel Pérez Villanueva .

En el mes de noviembre, responsables municipales mantuvieron una reunión informativa con los vecinos de la Rochapea para explicar los cambios previstos, no sólo en relación a las crecidas del río, sino también al estado posterior de la urbanización de la zona.

Este sábado se abrió ya al tráfico el acceso al Casco Antiguo anterior a las obras que durante estos meses han requerido un vial provisional.

Además, tras la intervención el espacio de aparcamiento en superficie se va a ver reducido en un 25% ya que la zona entre Corralillos, Club de Remo y Curtidores se incorporará al Parque Fluvial y el triángulo que forman Dominicas, Corralillos y la calle Río se incorporará a la zona de mota de protección y se convertirán parcialmente en zona verde.

Estas obras han requerido demoliciones, movimientos de tierra y pavimentaciones nuevas, así como trabajos de cerrajería y de jardinería e incluyen la recogida de las aguas pluviales de las zonas verdes en pequeños pozos de infiltración con arena, siguiendo las directivas europeas que buscan una mejora del estado de las aguas continentales (Drenaje Urbano Sostenible). En su ejecución se ha buscado respetar el entorno natural del río.


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