Se trata de Ronin Competición, un nuevo equipo que decidió poner a punto un Mercedes para llevarlo al Copa de España de Clásicos celebrado en Aragón.
Ronin Competición, el nuevo equipo navarro de coches de carreras debutó el pasado fin de semana por todo lo alto en la Copa de España de Clásicos del Campeonato de España de Resistencia celebrado en el circuito MotorLand de Alcañíz (Aragón).
El arma de la agrupación, formada por David Sanz (team mánager), Ruben Ripa (jefe mecánicos), Pablo Sardina (mecánica y recambios) y por Mikel Alzueta (transporte,responsable ruedas y fuel), fue un Mercedes Benz ochentero al que decidieron hacer un 'lavado de cara' radical hasta convertirlo en toda una 'bestia del asfalto'.
Ahora, David Sanz, cuenta a Navarra.com cómo ha sido la preparación de este torneo y cómo han logrado subirse al podio en él.
El mecánico explica que Ronin Competición es una sociedad deportiva situada en la comarca de Pamplona que se dedica única y exclusivamente a las carreras y a todo lo que les rodea. Sus cuatro integrantes vienen de haber trabajado juntos en el Campeonato de España con un equipo italiano que estuvo asentado en la Comunidad foral. "Así, hace mas de un año, decidimos juntarnos para formar nuestro propio equipo", apostilla Sanz.
La empresa está centrada en el alquiler, mantenimiento y asistencia sobre vehículos de cara a los campeonatos nacionales y ofrece servicios de asesoramiento a clientes sobre preparaciones de coches de competición. "Todos somos mecánicos salvo uno, que se encarga de la logística para mover los vehículos. Cada uno tenemos nuestro rol en el equipo y la cosa ha empezado bastante bien", añade el técnico.
Para la elección del vehículo que llevarían al torneo, Sanz explica que todo comenzó en 2016. La idea de base fue "llegar hasta donde nadie había llegado" en la categoría Classic Legends del campeonato.. "Necesitábamos un coche potente pero fuera de lo común, que diese un punto de exclusividad a nuestros clientes. Por ello escogimos un Mercedes coupé del año 1988", detalla.
El técnico explica que, en las competiciones, "había muchos modelos de BMW pero ningún Mercedes". "Fue ahí cuando vimos una vía para marcar la diferencia y, tras investigarla nos pusimos en marcha". Sin embargo, no ha sido tarea fácil. El principal reto de los navarros era adaptar el vehículo de la casa alemana a los nuevos tiempos. "En los 80, sus modelos estaban enfocados en la elegancia y el confort, no como ahora que la marca esta tirando por modelos mas deportivos", añade.
"Los mercedes de hace 10 años tenían un mercado muy limitado en cuanto a la competición, aunque por otro lado es cierto que se podían aprovechar piezas porque muchos modelos de la casa tienen piezas intercambiables, aunque sean de uno de sus vehículos potentes a otro de menor rango", relata.
El técnico cuenta que, entre otras modificaciones, han sustituido la caja de cambios, han añadido un motor W202 similar al que venía de serie en el Mercedes original pero con más potencia y han modernizado la electrónica. Así, tras casi un año y medio trabajando en el taller, Sanz deja claro que "han sabido conjuntar todo" y que "han dado el clavo en cuanto a estabilidad y competitividad con el coche".
Por otro lado, el mecánico explica que, dado que su vehículo es "como un pequeño Frankenstein" por ser un caso tan particular, han necesitado probarlo en pista desde el pasado agosto con diferentes pilotos profesionales que les han ayudado a mejorar y corregir errores "con rapidez".
RECOGIENDO EL TRABAJO SEMBRADO
Ya en el campeonato, con el piloto madrileño Daniel Carretero al volante, Ronin Competición logró conquistar el segundo puesto en una de las tres carreras de la Copa de España de Clásicos 2018 y hacerse con la quinta posición en la clasificación general.
"En el campeonato hemos estado muy bien", señala Sanz. "En nuestra categoría competíamos 32 coches el sábado y unos 29 el domingo", añade.
"Las posiciones en las que quedamos fueron buenas. Estuvimos trabajando durante la mañana del sábado para poner el coche a punto para la carrera y para adaptarnos al circuito ya que nos obligaban a hacer una serie de retoques", detalla el mecánico.
Sin embargo, no todo es color de rosas, a veces en el camino hay baches. En este sentido, Sanz cuenta que en la primera de las 3 carreras en las que participaron, que tuvo lugar el sábado, un error en el sensor del diferencial hizo que el piloto tuviese que abandonar el circuito. "No nos rentaba seguir compitiendo y perder posiciones. Pero luego, el equipo estuvo trabajando hasta bien entrada la noche para solucionar el problema y lo dejó perfecto para el domingo", relata.
"Las posiciones fueron muy buenas para tratarse de un debut. Fue todo un honor correr por primera vez en un circuito", concluye Sanz hablando en nombre del equipo.
