Irina Riabtseva, presidenta de la Asociación Hispano-Rusa en Navarra (RuNa), ha asegurado en una entrevista con Efe que al presidente ruso, Vladimir Putin, "le da igual todo y todos, incluidos los suyos" y ha reconocido tener sentimientos de "vergüenza y culpa" por lo que está sucediendo.
Riabtseva llegó a Pamplona en el año 2000 con 40 años. Había tenido en su país varios trabajos, entre ellos el de profesora de piano, secretaria y traductora de inglés en varias empresas internacionales, o ayudante de un diputado de la Duma en Moscú en 1993 y 1994, pero a finales de los 90 "me resultaba cada vez más difícil encontrar trabajo", ha afirmado.
Sus opciones, ha comentado, eran emigrar a Noruega o España y desde el primer momento lo tuvo claro. Reconoce que, cuando llegó a Pamplona, fue un "golpe de amor" con la ciudad. En el año 2000, su hijo estaba terminando el último curso en la universidad y su idea era que emigrase asimismo a la capital navarra para seguir con sus estudios y buscar trabajo. "He intentado convencer a mi hijo durante años, pero sin éxito", ha declarado.
Riabtseva es muy crítica con el presidente ruso, Vladimir Putin, que en su opinión "ni tiene derecho ni tiene razones" para invadir Ucrania. "Es evidente que es un paranoico, un mentiroso y a la vez un cobarde", ha asegurado Riabtseva, quien subraya que se trata de una opinión personal, no la de la asociación RuNa que preside.
Putin, ha aseverado, "se ha vuelto cada vez más loco" y ya "le da igual todo y todos, incluidos los suyos".
La difícil situación en las provincias prorrusas de Donetsk y Lugansk, ha señalado, es consecuencia de "las provocaciones de paramilitares, mafiosos y del mismo Putin, que es un 'máster' de la mentira, propaganda y provocación, eso es lo que aprendió en la KGB".
Tras resaltar que "no se puede pedir lógica a un loco", ha opinado que "los europeos deben tener mucho cuidado con él, porque es muy peligroso, es un psicópata que sabe manipular a la gente".
Riabtseva se siente profundamente conmocionada al ver en televisión las imágenes de la invasión de Ucrania. Sus sentimientos ahora son "de vergüenza y culpa", ha manifestado.
Siente culpa, ha apuntado, "porque soy emigrante y 'desertora'. Yo me escapé, pero allí se quedaron mi hijo y mis amigos. Ni yo, ni mi hijo, ni mis queridos amigos, nadie en Rusia creyó que íbamos a llegar a este punto, era imposible, hasta hace un año yo pensaba 'está loco, pero no tanto'".
Un sentimiento de culpa, ha agregado, porque los rusos "no hicimos lo que deberíamos haber hecho hace mucho ya. Hace diez años, si lo hubiéramos hecho, no estaríamos aquí ahora hablando de cosas tan tristes".
Riabtseva ha destacado que la mayoría de los rusos "tienen mucho miedo y no dicen la verdad. A los que todavía pueden abrir la boca para decir la verdad los erradican de cualquier manera. A algunos les dejan emigrar, a otros los meten en la cárcel, o les quitan los negocios. A algunos les mataron".
"En la cúpula del Kremlin son delincuentes corruptos hasta la médula y yo me siento culpable por eso, porque tenía que haber luchado", ha asegurado Riabtseva, quien lamenta que, llegados a este punto, "solo nos queda rezar".
Por su parte, Natalya Straushkina, secretaria de la Asociación Cultural Unidos, que agrupa en Navarra a personas de 18 nacionalidades distintas, ha afirmado este viernes que la invasión "absurda" de su país llevará tanto a Ucrania como a Rusia a la "miseria".
"Creo que también afectaría a toda Europa al final", porque el presidente ruso, Vladimir Putin, "creo que no se parará solamente con esto", ha declarado en una entrevista con Efe.
