Impulsado por el Círculo de Empresarios, con la colaboración del think tank Institución Futuro, el estudio analiza las fortalezas de la economía española.
Conseguir un pacto educativo, redimensionar la administración territorial y luchar contra la corrupción y la economía sumergida son los principales retos a corto y medio plazo de la política económica de España, según el informe anual de "El Barómetro de los Círculos".
Impulsado por el Círculo de Empresarios, con la colaboración del think tank Institución Futuro, el estudio analiza las fortalezas de la economía y plantea propuestas para resolver los desequilibrios estructurales.
En sus conclusiones para 2018, presentadas este miércoles en la Cámara de Comercio de Pamplona por el presidente de "El Barómetro de los Círculos", Miguel Iraburu, se apuntan como otras prioridades a corto la necesidad de un mayor esfuerzo en innovación y tecnología, la mejora del mercado de trabajo y la reforma del sistema de pensiones.
El emprendimiento, la administración de justicia, la estrategia digital, la competitividad del sector energético, la reforma fiscal y el funcionamiento de los mercados financieros son también retos que España debe afrontar en el corto/medio plazo.
El informe recoge asimismo los seis retos a corto y largo plazo para mejorar la competitividad, empezando por la pujanza de las economías emergentes en Asia-Pacífico y la evolución demográfica de los países desarrollados. Le siguen las estrategias disruptivas, los flujos migratorios, la escasez de recursos naturales y energéticos, y el deterioro medioambiental.
El informe aporta también un análisis del presente de la economía española, que en el ranking de competitividad global ocupa el puesto 34, el 36 en el anuario de competitividad global y el 28 en el índice de facilidad para los negocios.
APUESTA POR EL EMPLEO
Destaca así que se han recuperado los niveles del PIB pero advierte de que para mantener el ritmo de crecimiento es preciso poner en marcha reformas porque "se agotan los vientos de cola" y persisten desequilibrios como una tasa de paro que duplica la europea, una deuda en el sector publico que llega al 98,3% del PIB y un déficit publico 2,2 punto superior al de la Eurozona en 2017.
Y para mejorar en el empleo recomienda fijar tres tipos de contratos, reformular políticas activas y para la juventud, equiparar indemnizaciones en contratos temporales e indefinidos, ligar salarios a productividad, y una negocición colectiva a nivel de empresa.
Otros consejos para la innovación son un pacto de estado por la digitalización, ampliar la colaboración público-privada y aumentar los incentivos fiscales a la I+D, y para educación fomentar el emprendimiento y el dominio de idiomas, reducir el abandono escolar, adecuar la oferta al mercado e impulsar la FP y la FP dual.
"El Barómetro de los Círculos" aboga asimismo por impulsar infraestructuras intermodales, fomentar la estabilidad del marco regulatorio y del precio de la energía, y diseñar una estrategia de inversión a largo plazo.
Para el mercado financiero plantea entre otras medidas modificar la regulación que dificulta la financiación a las pymes, mejorar la fiscalidad para el capital riesgo y cumplir los plazos de pago, y para el dinamismo empresarial sugiere aumentar el tamaño de las empresas, desarrollar la ley de unidad de mercado, disponer de comités a partir de 100 trabajadores y elevar a 20 millones el umbral de facturación de pagos fracciones.
Por último para las administraciones propone un redimensionamiento, modernizar la gestión, y mejorar la evaluación y transparencia, mientras que para avanzar en igualdad y conciliación apuesta por la educación, servicios para el cuidado de menores, adaptar el calendario y los horarios, un esquema de permisos parentales obligatorios y equiparables, y favorecer la incorporación de la muejer al mercado laboral.
Las ventajas con las que parte España para mejorar esta situación, indica "El Barómetro de los Círculos", son "la calidad y el coste de la mano de obra cualificada, la calidad de las infraestructuras, el tamaño y localización del mercado domestico y el importante y creciente sector exportador".
En el otro lado de la balanza y junto con las debilidades citadas, se señalan igualmente como dificultades una "falta de impulso reformista" y un impacto negativo por la situación política en Cataluña, especialmente acusado para el crecimiento del PIB, la atracción de nuevas inversiones y la marca España.
