Los vecinos de Marcilla se encuentran desesperados ante la ola de violencia, robos y acoso a niñas por parte de las decenas de menores extranjeros no acompañados (menas) que el Gobierno de Navarra mantiene en un centro de la localidad.
Aunque durante los últimos meses se habían sucedido los problemas, lo ocurrido en las pasadas semanas ha colmado el vaso de la paciencia de los marcilleses, hartos de que nadie haga nada y con miedo a que la situación incluso pueda empeorar.
En sólo unos días se han acumulado graves incidentes en una discoteca, robos de móviles y carteras a mayores a la salida de cajeros y acoso a niñas de la localidad, con insinuaciones y seguimiento por las calles.
El Centro de Observación y Acogida (COA) de Marcilla, una localidad de 2.800 habitantes, tiene capacidad para a 40 menores, la mayoría de ellos magrebíes. Pasan allí unos meses, la rotación es alta, por lo que apenas tienen tiempo para adaptarse al pueblo y a sus gentes, según aseguran los vecinos consultados: "No se integran", mantienen.
Este jueves 23 de diciembre se ha convocado una concentración en la plaza del Ayuntamiento a las 11 horas en demanda de un "pueblo seguro" tras lo que ellos mismos llaman "oleada de violencia, vandalismo e insinuaciones a niñas" en Marcilla.
El centro se abrió en 2019 por parte del departamento de Derechos Sociales del Gobierno, pero fuentes del consistorio indican que desde el Ejecutivo no atienden sus solicitudes de información ni facilita a la localidad información sobre las normas o protocolos por los que se rige este centro después de denunciar que los menores campan a sus anchas por el municipio, tanto de día como de noche, sin ningún control por parte de los responsables del centro.
Junto a los robos y al acoso, se suceden las peleas, como la que denunció en redes sociales este fin de semana la sala Weekend: "Nos vimos obligados a cerrar la discoteca antes del horario permitido debido a los diversos problemas con personas del centro de menores de Marcilla", explican al tiempo que informan que no es la primera vez que ocurren estas situaciones, tanto dentro como fuera del local. "Nadie hace nada. Pedimos al Ayuntamiento de Marcilla que tome medidas al respecto, la situación es insostenible", aseguran desde la sala.
Las respuesta de los usuarios de Marcilla a esta publicación en Facebook iba a acompañada de más denuncias y casos vividos por los vecinos de la localidad.
En ellas se relatan los últimos robos sufridos por personas mayores, el seguimiento a niñas con denuncias en la policía o el aviso de que va a terminar pasando "algo gordo" si ninguna autoridad toma ya cartas en el asunto.
Casi a diario, patrullas de la Policía Foral o de la Guardia Civil tienen que tener presencia en la zona y el malestar y el rechazo que cada vez es mayor entre los vecinos de Marcilla. A pesar de las peticiones del consistorio sobre las distintas actuaciones policiales, el Gobierno de Navarra mantiene su opacidad en este tema, mientras obliga a un pueblo a vivir con miedo y a tener que convocar una concentración para que terminen las agresiones, los robos y el acoso a las mujeres de Marcilla.
