El exdirector de la Fundación pasó en 14 años de 96.447 euros a 1,1 millones con ingresos anuales de sólo 44.786 euros.
Dentro de toda su investigación, al juez Fermín Otamendi le han llamado la atención los “incrementos patrimoniales injustificados” del imputado Diego Maquírrian Leandro, ex director de la Fundación Osasuna, que ascienden a a cerca de un millón de euros en 14 años. Al juez le llaman la atención la falta de control que hubo sobre el Club y la Fundación.
Según un informe de la Agencia Tributaria elaborado para el juez pasó de un patrimonio de 96.447 euros en 2001 (con unos ingresos de 20.127 declarados ese año) a otro de 1.168,894 euros en 2014 (con ingresos de 44.786 declarados en ese ejercicio). El diferencial entre lo ingresado y el aumento de patrimonio se incrementa anualmente, y se incrementa de forma sustancial a partir de 2009. En su Auto, Fermín Otamendi contrasta este enriquecimiento de Maquírriain con la “situación patrimonial más que difícil de la Fundación Osasuna”.
La Agencia Tributaria ha rastreado las cuentas de Diego Maquírriain y concluye que “dicho incremento patrimonial producido entre los años 2001 y 2015, no parece corresponderse en un primer momento con las rentas obtenidas en cada año”. Como botón de muestra, el informe tributario, que indica que no ha habido ingresos por herencia o donación, cita que “el precio escriturado de la actual vivienda es notoriamente inferior al realmente abonado (se escrituró en 475.000 y el precio real era de 690.000 euros, sin contar con las obras efectuadas de una importante cuantía económica)”. Añade que Maquirrian pagó en metálico la nueva vivienda antes de vender la que en aquel momento residía.
A raíz de estos hechos, la Fundación Osasuna no escapa a los comentarios del juez Otamendi, quien, de la que destaca que “era usada en muchas ocasiones por el Club Atlético Osasuna como mecanismo de asunción de deudas o de obtención de financiación”. Añade que esta situación es más que propicia para esconder o encubrir salidas indebidas de dinero tanto del Club como de la propia Fundación, máxime a la vista del escaso control que ha existido sobre las cuentas de ambas entidades”.
