• sábado, 20 de abril de 2024
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TRIBUNALES

Un testigo protegido de la Hermandad que fue grabada en los Caídos asegura que se sintió "violentado"

Los investigados sostienen que contaban con permisos del Ayuntamiento y que con la grabación secreta buscaban "imágenes sugerentes y artísticas".

Cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona donde se encuentran enterrados los golpistas franquistas Emilio Mola y José Sanjurjo (7). IÑIGO ALZUGARAY
Cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY

Clemente Bernad, uno de los acusados de grabar en el interior de la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona, ha afirmado que decidió poner una cámara de vídeo y una grabadora de audio tras una rejilla, sin el "conocimiento" de su mujer, la otra acusada, para que la misa que celebra la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Santa Cruz "estuviese presente" en su documental, al considerar que se trata de una parte "imprescindible" del mismo.

Según ha dicho, quería incluir en el documental que estaba filmando sobre el Monumento a los Caídos "una parte indispensable, las controvertidas misas que se celebran los días 19". "No concibo un documental en el que no estuvieran las misas", ha declarado en el juicio que se ha celebrado este miércoles en el Palacio de Justicia de Pamplona.

A preguntas de la fiscal y de la acusación particular, ya que la defensa ha decidido no plantear ninguna cuestión a los acusados, Bernard, fotógrafo y documentalista, ha contado que entre 2015 y 2016 preparó un documental sobre el Monumento a los Caídos, "el segundo monumento de enaltecimiento del franquismo más grande del Estado, que tiene un gran interés general y controversia en torno a él".

Ha explicado que pidió permiso al Área de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona para poder sacar imágenes del interior del Monumento a los Caídos, que visitó cinco veces, y que los días que iba a acceder llamaba por teléfono al área para que una trabajadora les abriera la puerta. La funcionaria se encargada de desactivar la alarma, les dejaba las llaves y se marchaba, y volvía a acudir a cerrar las puertas una vez que terminaban su trabajo.

Ha reconocido el acusado que el viernes 18 de marzo de 2016 colocó detrás de una rejilla que daba a la cripta una cámara de vídeo y una grabadora y ha asegurado en todo momento que lo hizo sin el conocimiento de su mujer, la otra acusada. Según ha indicado, ese día también acudieron al edificio dos trabajadores de una empresa de drones que habían contratado para filmar el interior del Monumento a los Caídos y ha asegurado que su mujer estaba con ellos, cuando él decidió colocar los dispositivos.

En este sentido, ha explicado que accedió a la rejilla a través de una puerta que hay en la sala donde está instalado el cuadro de luces que da acceso a una escalera de caracol y que conduce a un sótano donde se encuentra la rejilla. Ha contado que decidió poner los dispositivos al considerar que "podía obtener unas imágenes sugerentes y artísticas" de las misas que celebra la Hermandad y ha incidido en que fue una decisión que tomó "en ese momento", que no tenía planificada.

Preguntado por qué no pidió permiso para grabar en la cripta, como sí pidió para trabajar dentro del Monumento a los Caídos, ha contestado que la cripta es "de propiedad municipal, pública" y que desde el Ayuntamiento "en ningún momento" le dijeron que podía acceder "aquí o allá". "Estaba trabajando con toda la garantía", ha expuesto Bernad, quien ha afirmado que se sentía "legitimado".

"Nadie me dijo lo contrario, tenía los permisos correspondientes. Tenía permiso para trabajar allí y nadie me dijo en ningún momento que no podía acceder", ha remarcado el acusado, quien ha afirmado, además, que desde el punto donde instaló la cámara "en absoluto se veía a los asistentes" a la misa.

Sobre las conversaciones que se grabaron entre él y su mujer en las que se les oye comentar cuestiones como 'la luz no se ve' o 'esto no se ve desde dentro', ha asegurado que estaban hablando sobre un dron que les dejaron para grabar el monumento, aparte del de la empresa a la que contrataron.

Los navarros Clemente Bernard (d) y Carolina Martínez (i), a su salida del Palacio de Justicia de Navarra donde se ha celebrado un juicio en l que están acusados de un delito de revelación de secretos al hacer grabar ocultas en la cripta de Los Caídos. EFE/ Jesús Diges

LA ACUSADA: "TENÍAMOS AUTORIZACIÓN"

Por su parte, Carolina Martínez, la otra acusada, ha asegurado que su marido no le dijo que iba a colocar los dispositivos, y que se lo comunicó al día siguiente, cuando hablaban sobre el plan de trabajo para el lunes, momento en el que se dieron cuenta de que la grabadora y la cámara habían desaparecido.

Se lo comunicaron a la trabajadora del Área de Cultura que fue a abrirles la puerta ese día, quien se puso en contacto con personal del área que avisó a la Policía Municipal. "Teníamos que haber puesto denuncia, pero pasó el tiempo y no la pusimos", ha declarado.

Por otro lado, al igual que su marido, Martínez ha manifestado que "en ningún momento" se les dijo que "no pudieran acceder a ningún sitio". "Teníamos autorización del Ayuntamiento para grabar en propiedad municipal. En ningún momento nos dijeron que no podíamos grabar", ha incidido la acusada, quien ha destacado que había "muchas puertas cerradas con llave" a las que no accedieron. También ha mantenido que la conversación grabada con su marido era "relativa al dron".

UN TESTIGO PROTEGIDO DE LA HERMANDAD

En el juicio también han declarado como testigos dos miembros de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Santa Cruz. Uno de ellos, que ha declarado como testigo protegido, fue el que encontró los dispositivos de grabación el mismo día 16 cuando acudió a la cripta a rezar, porque era viernes de cuaresma, y a limpiar, según ha contado.

Ha explicado, además, que fue en ese momento cuando se fijó que "había algo en la rejilla". "Vi un cacharrito, algo que brillaba", ha declarado el testigo, quien ha asegurado que se sintió "violentado".

"Me fui paseando triste, muy jodido", ha asegurado, para añadir que la cripta es de "ámbito privado, nuestra sede, donde rezamos" y que "cualquiera puede venir y preguntar si puede entrar".

El otro miembro de la Hermandad, que fue quien denunció ante la Policía Nacional la colocación de los dispositivos de grabación y que ejerce la acusación particular, también ha hecho hincapié en que la cripta es "la sede de la hermandad, que está cerrada con llave y que para acudir se tiene que pedir permiso".

Según ha dicho este testigo, secretario de la Hermandad, si los acusados hubieran pedido permiso para grabar "probablemente" se lo hubieran concedido porque "no hay nada que ocultar". Y ha comentado que la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Santa Cruz no presentó denuncia porque "ya se presentaba" la suya y, además, presentar una denuncia por su parte era "complicado" porque se requería una votación y el permiso del Arzobispado.

Ha afirmado, además, que se sintió "violentado" cuando acudió el sábado 19 a la cripta, una vez que el otro miembro de la hermandad les comunicó lo que había localizado, y que le provocó "inseguridad".

En la vista, también han comparecido como testigos seis agentes de la Policía Nacional, además de dos trabajadoras del Área de Cultura del Ayuntamiento que se encargaron de abrir las puertas del edificio a los acusados.

EL JUICIO SE RETOMA EL DÍA 12 DE DICIEMBRE

Tras estas declaraciones, ha concluido la vista oral que se retomará el próximo miércoles, 12 de diciembre, plazo en el que la juez va a intentar localizar a dos testigos solicitados por la defensa, un cura que iba a oficiar una misa en la cripta y el párroco de Cristo Rey. Ese día tendrán lugar las conclusiones de las partes y el derecho a última palabra por parte de los acusados.

En concreto, la fiscal solicita una pena de dos años de prisión por un presunto delito de revelación de secretos y una multa de 20 meses a 20 euros por día, en total 12.000 euros.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por el miembro de la Hermandad que presentó la denuncia, solicita dos años y seis meses de prisión, además de una multa de 18 meses a 20 euros por día y una indemnización de 1.200 euros; mientras que la defensa reclama la absolución de los acusados.


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Un testigo protegido de la Hermandad que fue grabada en los Caídos asegura que se sintió "violentado"