Mientras rezamos para que los americanos no se vuelvan locos y elijan a Donald Trump para gobernar Estados Unidos y el mundo -aunque ni Estados Unidos ni el mundo son ya lo que eran- al reconfirmado ministro de Educación, Méndez de Vigo, le espera un arduo trabajo para conseguir el imprescindible -y casi imposible, Pacto por la Educación.
Tras la dimisión de Pedro Sánchez, en un Comité Federal que lamentablemente pasará a la historia del partido, el PSOE no ha resuelto el problema que causó la crisis y sigue enfrentado a la gran cuestión inmediata de la política española: dejar que gobierne Rajoy, que es como dispararse un tiro en el pie, o dar paso a unas nuevas elecciones, que sería dispararse un tiro en la cabeza.