¿Cuantas veces hemos soñado con vivir en una ciudad donde los pequeños y los mayores puedan pasear por parques y jardines, donde se respeten los derechos de los peatones, donde no te veas obligado a sortear los adoquines levantados de las aceras, donde el descanso sea una obligación, donde se respire aire puro, cuantas veces?. Infinidad de ellas.
Que Hillary Clinton pueda llegar a la Casa Blanca debería ser motivo de alegría no solo para todos los demócratas, americanos o no, también y muy especialmente para las mujeres por lo que tiene novedoso y de ejemplo para todas aquellas que aspiran a puestos de gran responsabilidad política.
Cuando se van a cumplir dos años de la muerte de Alfredo Di Stéfano, las negociaciones de la familia del argentino con el club blanco para que su equipo compre los más de 600 trofeos que el futbolista fue atesorando a lo largo de su vida se encuentran en un punto muerto que pone en peligro la permanencia en el Museo del Bernabéu de un patrimonio cuyo valor sentimental es difícil de calcular.
Pocas veces he sentido tan profundamente esa sensación de orfandad que sentí el miércoles pasado cuando a las 8 de la mañana acudí a comprar los periódicos y me encontré con un hueco difícil de llenar, el del diario El Mundo, que por primera vez desde su aparición nos dejaba huérfanos.