• jueves, 28 de marzo de 2024
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Blog / Balonmano de casa

Victoria ante el penúltimo con muchos nervios y errores

Por José Javier Iso

El Anaitasuna vence 25-23 al Sinfín, que le reporta su permanencia en la categoría y en el que pasó demasiados apuros sin ninguna necesidad.

Partido de balonmano de la Liga Sacyr Asobal entre Helvetia Anaitasuna y Liberbank Cantabria Sinfín disputado en Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY
Partido de balonmano de la Liga Sacyr Asobal entre Helvetia Anaitasuna y Liberbank Cantabria Sinfín disputado en Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY

El encuentro tenía un pronóstico claro, victoria local. Y victoria por un marcador amplio, teniendo en cuenta las últimas actuaciones del equipo ante el Barcelona y ante el Dólmenes. Pues no.

Los primeros minutos, como es habitual, parecían de tanteo entre uno y otro equipos. Igualadas en los tres primeros goles y a partir de ahí el Anaita comienza a despegarse poco a poco con ventajas de tres y cuatro tantos.

El juego local no era el mejor. El contrario no dejaba que se distanciaran mucho, pero es que tampoco podían porque los nervios atenazaban a los  anfitriones.

Comenzaron los fallos en ataque. Unas veces por pérdidas de balón absurdas, otras por robos del contrario. Lo cierto es que contabilizamos más de diez errores de esta guisa. Así es difícil no complicarse la vida.

El paso por el vestuario daba ciertas esperanzas porque Quique Domínguez les tenía que leer la cartilla. Pero el regreso a la cancha no fue para mejor.

El juego entró en una dinámica de errores de uno y otro, convirtiéndose el partido en un correcalles con poco efectividad.

Los goles entraban a cuenta gotas y, lo peor era que el Sinfín se lo creyó y puso en serios apuros un marcador que a falta de 40 segundos reflejaba un 24-23.

Demasiados errores en un partido que como objetivo tenía ganar para asegurar la permanencia. Se ganó. Pero con un pobre espectáculo, ante un contrario que quemaba sus últimas posibilidades de mantenerse en la máxima categoría.

Izquierdo y Chocarro aparecían en los momentos cruciales para no dejar que el rival igualara choque. Bar bajo los palos con una buena actuación, sobre todo en la primera mitad, desbarataba los esfuerzos visitantes.

Y entre unos y otro, además de Pereira con sus goles finales se quedaron con los puntos que era al fin y a la postre lo que se buscaba.

El juego desplegado por el siete anaitasunista estaba muy lejos del que nos tiene acostumbrados. Tampoco había justificación alguna para la aparición de nervios ante un rival que se mostraba inferior en calidad. Si alguien tenía que jugar con presión era precisamente el contrario porque se jugaba el todo por el todo.

Afortunadamente, el equipo tiene todo hecho. Ahora esperamos que los tres partidos que restan sean de buen juego, sin nervios y si es posible de triunfos.

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Victoria ante el penúltimo con muchos nervios y errores