• martes, 16 de abril de 2024
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Blog / La Claqueta

“¡Nop!” presenta una segunda mitad con momentos extraordinarios

Por Santi Irurtia

Tras “Déjame salir” y “Nosotros”, Jordan Peele nos introduce de nuevo en un drama afro-americano de terror y ciencia ficción

Keke Palmer, Daniel Kaluuya y Brandon Perea intentando domar un animal diferente.
Keke Palmer, Daniel Kaluuya y Brandon Perea intentando domar un animal diferente.

A lo largo de las dos horas que dura “¡Nop!”, uno se sorprende varias veces por las decisiones de guion y dirección que toma Peele. En esta cinta se introduce en un sub-género del terror con el que no muchos se atreven. Las posibilidades de hacer el ridículo son altas y además uno se mide con los grandes: Kubrick, Spielberg, Shyamalan. No diré más para no desvelar spoilers pero sí que la maestría de su director es coger sesgos y darles la vuelta al menos cuatro veces sin explicarnos demasiado.

Sinopsis: Dos hermanos residentes en un remoto pueblo de California con una empresa de alquiler de caballos para películas realizan un descubrimiento tan insólito como escalofriante...

Uno de los principales aspectos que me gustaban de las películas de este director es que pertenecían a una categoría personal, películas que cualquier persona puede disfrutar. Amante del terror o no, sus películas tienen dosis comedia y tensión que funcionan a partes iguales y cuando llegan cualquiera de las dos, lo hace de una manera muy elegante sin edulcorar nada. Parte de esto es lo que explica que con dos películas haya recaudado casi 500 millones de dólares.

“¡Nop!” es algo distinta. Su sentido del humor, elegancia y estilo siguen ahí pero el humor se reduce y tardamos en entender cuál es la dinámica de la cinta. De alguna forma, se atreve a ser más serio, ambiguo y aburrido durante los primeros 50 minutos. De hecho, admito que durante ese tiempo me pregunté cómo esta película había conseguido hacer más de 100 millones en Estados Unidos. Pero la realidad es que en la segunda mitad del film nos tiene preparadas una serie de secuencias para dejarnos con la boca abierta. Toda la acción de estas secuencias no es explosiva, es decir no hace hacer cosas imposibles a los personajes protagonistas, se mantiene con los pies en la tierra en todo momento. No obstante, lo que uno ve durante esas escenas es creatividad a un nivel máximo, tal es el espectáculo que despierta la imaginación de cualquiera. La fotografía de Hoyte Van Hoytema (“Interstellar”, “Dunkerque”, “Spectre”, “Tenet”) es espectacular, hay secuencias de noche rodadas con una claridad pocas veces vista sin aparente luz artificial. La música, la elegancia de los caballos (quizás no haya nada más cinematográfico) y la relación de hermanos entre el silencioso Daniel Kaluuya y la energética Keke Palmer le añade una emoción que hace redondo el film.

La industria del entretenimiento, sus límites, cómo a veces monetizamos traumas o descubrimientos, una carta de amor a las personas que trabajan detrás de las cámaras… La cinta quiere hablar de muchas cosas y quizás es lo que nos pierde un poco en esa primera mitad en la que no entendemos bien cuál va a ser el motor de la cinta. Jordan Peele sigue siendo un cineasta del que no pierdo la oportunidad de ver su cine en el cine y cuyos títulos merecen múltiples visionados.

Cines Itaroa, La Morea y Baiona. En la Morea además de en versión doblada al castellano la tenéis en versión original subtitulada

Aquí puedes disfrutar del trailer oficial de la película

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