• sábado, 20 de abril de 2024
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Opinión /

El constitucionalismo avanza firme en Navarra

Por Editorial

Navarra Suma y PSOE totalizan más del 55% de los apoyos y pasan ampliamente de los 200.000 votos de forma conjunta, mientras el partido de Barkos se queda en un 6%. 

Debate entre los candidatos al Congreso por Navarra Ione Belarra, Santos Cerdán y Sergio Sayas celebrado en Navarra Televisión (19). IÑIGO ALZUGARAY
Debate entre los candidatos al Congreso por Navarra Ione Belarra, Santos Cerdán y Sergio Sayas celebrado en Navarra Televisión (19). IÑIGO ALZUGARAY

Las elecciones generales han dejado un retrato muy nítido de la sociedad navarra, que no quiere más nacionalismo radical ni tampoco experimentos fuera de tono por la derecha.

La coalición Navarra Suma, con UPN a la cabeza, ha vuelto a ganar las elecciones y ha superado de nuevo el umbral de los 100.000 votos, en clara muestra de que la unión de partidos con un objetivo común para aglutinar el voto fue un acierto que los votantes han sabido reconocer. Los regionalistas, con el empuje de Ciudadanos y PP, han revalidado sus dos diputados y tres senadores, lo que convierte a la coalición en el partido navarro con más representación en las dos cámaras nacionales. 

El mayor éxito, sin duda, es para el PSN de María Chivite y Santos Cerdán, que ha recogido el voto de la izquierda moderada y centrada de la Comunidad foral, alejada de extremismo y nacionalismo. El reconocimiento ciudadano ha llegado en forma de un gran triunfo electoral, con 2 diputados y 1 senador, el mejor resultado para los socialistas en Navarra en los últimos años. 

Ambos partidos están llamados a liderar Navarra dentro de un mes tras las elecciones autonómicas y deben entender que este claro mensaje de los votantes ha de servir para buscar encuentros y alejar otras opciones extremistas por ambos flancos que no tienen, además, el beneplácito de los ciudadanos. 

El nacionalismo ha sido, sin ninguna duda, el gran derrotado de estas elecciones en Navarra, junto al populismo de Podemos, entregado en Navarra a la estrategia de la construcción nacional que marcan Bildu y el PNV

Ni los abertzales de Otegi, encabezados por la madre de uno de los agresores de Alsasua, ni los peneuvistas de Barkos, liderados por el pierde-elecciones Koldo Martínez, han conseguido representación en estas elecciones. 

Si en el País Vasco Otegi ha jaleado con chufla la ausencia de representación de populares y ciudadanos, aquí en Navarra habría también que mandar un caluroso 'agur' a los partidos vascos que quieren desintegrar Navarra en su chifladura vasca tras 40 años sometiendo a los ciudadanos bajo las armas y que se han quedado fuera de todas las cámaras. 

Cabe añadir que todo el nacionalismo radical vasco que campa todavía a sus anchas por el Palacio de Navarra hizo piña para conseguir senadores en la plataforma Cambio-Aldaketa, en otro fracaso histórico para enmarcar donde lo único que les unía era conseguir el sometimiento de la Comunidad foral a Ajuria Enea, algo que los ciudadanos no han tragado. 

En Navarra, Vox ni siquiera ha llegado al 5%, en unas elecciones de tirón nacional, y consuma así su fracaso en la Comunidad foral. No cabe ya duda de que su presencia en las próximas elecciones autonómicas y municipales está casi fuera de lugar cuando de lo que se trata es de combatir a un rancio nacionalismo vasco empeñado en doblegar la larga historia de Navarra. Han sido más de 17.000 votos directos al cubo de la basura que no pueden ser de nuevo inutilizados ante una situación de excepción como la que vive el viejo Reyno


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