• jueves, 28 de marzo de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Los peajes del PSOE y las trolas de Chivite

Por Javier Ancín

Yo escucho peaje en boca de un dirigente de los socialistas navarros y automáticamente lo que me viene a la cabeza es 'trola del psoe'.

Yo no sé quién le hace los discursos. Puede que Coronalzorriz, que semejante despliegue intelectual, una argumentación tan fina, ha tenido que salir de su sesera. Convencido lo digo. O de alguien de Remírez, chinado como un mono por caer en desgracia dejando de ser portavoz del momio foral. O quizás salgan del puño de la propia Txibite, que se ha venido arriba y ya se cree estadista o mejor estadística, que para algo estudió sociología.

El caso es que la presidenta de Navarra se ha ido nada menos que a Zaragoza a proclamar que su partido es un proyecto que no tiene peajes.

A mí cuando lo leí me dio la risa. Un socialista no le dice la verdad ni al medico. El asunto es que si hay una palabra que el partido de Txibite debería de tener proscrita, de ser tabú, de mantenerla encerrada bajo siete llaves esa es precisamente la palabra peaje.

Yo escucho peaje en boca de un dirigente de los socialistas navarros y automáticamente lo que me viene a la cabeza es 'trola del psoe'. Los peajes le roen por los pies a Txibite desde el minuto uno de la formación de su gobierno. Tanto los peajes morales como los estrictamente técnicos, los que hacen referencia a la movilidad de la gente por Navarra.

Txibite se monta en el coche oficial y se olvida de todo. A Zaragoza, Bautista, por la AP-15. Ponme el último disco de Vetusta Morla que me quiero relajar un rato -a Txibite le pega mucho escuchar a esos cansalmas-. Todo tieso. No hay pérdida. Pasas el peaje de Imarcoain, después el peaje de Marcilla, después el peaje del enlace con la AP-68, todo sin salir de Navarra, entras en Aragón y en un ratico llegas a Zaragoza. Tres peajes... más los de los vecinos del también socialista Lamban.

Me imagino a Txibite pasando barreras, una detrás de otra, y recitando en voz alta para ensayar la mentira, en su asiento de cuero, con el aire acondicionado a 27°C -je-je-je- eso de nuestro proyecto no tiene peajes. ¿A que suena divino, Bautista? Lo que usted diga, presidenta.

Vosotros sois jóvenes, amados lectores, pero yo recuerdo cómo el partido de Txibite, cuando estaba en la oposición, su bandera más grande, su ikurriña, fue la de hacernos creer a todos que iban a suprimir esos peajes de la AP-15 porque eran cosa de la derecha fascista. Hoy, no es solo que no hayan desaparecido esos peajes -pardillos, ilusos, crédulos, que no aprendéis, votantes progres- es que directamente el PSOE acaba de aprobar una ley por la que dentro de un par de años todas las autovías también los tendrán. Hala, peajes para todos, como los helados de Iniesta.

Lo que antes era fascismo, ahora es cosa progresista. Lo que antes era un derecho de las personas, poderse mover libremente por Navarra, sin tener que pagar por bajar a Tudela o subir a Pamplona, ahora es una cosa necesaria, imprescindible, porque el fascista es el coche. Hay que acabar con los vehículos particulares. Los de los pobres, que los políticos seguirán teniendo coche, pagado por esos mismos pobres abocados al patinete. Vota PSOE.

De los peajes morales de tener Txibite como socio al partido de la eta ya ni me explayo, para qué, si no pasa nada por gobernar, es decir, por pasar Txibite por caja, cada vez que le aprueba un presupuesto, el partido que homenajea a los asesinos de la organización que más obreros (obreros, niños, mujeres... la lista es larga) ha matado en nuestra democracia. El obrero al hoyo y el votante progre al bollo. Y eso es todo.


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Los peajes del PSOE y las trolas de Chivite