• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / A mí no me líe

El PSOE y sus aberchándales desmantelan la sanidad navarra

Por Javier Ancín

A ver cómo arregla esto Txibite, miedo me da imaginarme que opte por mandar a Coronalzorriz con bata blanca y serrucho en mano, gritando por los pasillos.

Concentración de los médicos navarros durante la jornada previa al inicio de la huelga indefinida en Navarra. ALZUGARAY

Que la sanidad en Navarra está arrasada lo sabe todo el mundo. Los votantes de la oposición te lo confiesan sin problema de viva voz y los votantes socialistas por lo bajini, como ese reventa de los toros sanfermineros en Espoz y Mina.

O el vendedor de souvenirs, artículos de coña de Top Secret: Dígame, ¿el perro de San Roque tiene rabo? Se de buena tinta que Ramón o Javier Remírez se lo han cortado.

Los aberchándales, en cambio, están encantados. Por fin han visto atendidas todas sus reivindicaciones sanitarias: han conseguido que los carteles al completo estén en su idioma, pudiendo encontrar, ya era horak, la sala de kolonoskopias sin necesidad de preguntar a españolazos que no hablan euskera. Si eso no es una sanidad de kalidad que baja Juangoikoa (sic) y lo vea, faxistas.

Cuando tenía los de 'deemes' abiertos, antes de aburrirme de las redes sociales y pirarme de ahí, no había semana que no recibiera un mensaje contándome alguna historia para no dormir sobre el Servicio Navarro de Salud. Tienes que escribirlo, me insistían casi todos, te doy permiso para que lo cuentes, como si esto lo leyera alguien, como si esto sirviera para algo.

Todos tenemos episodios similares, yo el primero, así que les ahorro la retahíla de desgracias, negligencias, listas de espera y demás episodios terroríficos de la otrora puntera sanidad pública navarra.

Vayamos a las obviedades.

Para cambiar la sanidad Navarra hay básicamente dos opciones. Una es votar a los partidos de la oposición, a ver qué pasa, o si quieren seguir insistiendo en el error de tener un gobierno liderado por Txibite con sus socios aberchándales -los de la konoloskopia-, exigirles que lo arreglen rodeándoles las sedes, montándoles escarches día y noche hasta que no puedan ni respirar, aprovechar cualquier acto público -entrega de premios, por ejemplo- para atacarles por su desmantelamiento de la sanidad de todos...

Cosas así, digo, que yo no soy de izquierda y no me aclaro mucho con vuestros métodos, pero es lo que hacéis los rojeras en Madrid contra Ayuso -y eso que tiene los hospitales que lideran los rankings de calidad sanitaria española-, no sé por qué en Navarra os tenéis que limitar a llorar en silencio, dejando dormir plácidamente a Txibite en su urbanización de lujo, haciendo bricolaje los domingos en su jardín.

Lo que está claro es que mandando mensajes clandestinos que se pierden en el vacío no es hacer en realidad nada. Quizás desahoguen, pero no solucionan ninguno de los problemas que existen.

Por el momento, visto que los usuarios no mueven un dedo, se han puesto las pilas los médicos y se van a la huelga indefinida. A ver cómo arregla esto Txibite, miedo me da imaginarme que opte por mandar a Coronalzorriz con bata blanca y serrucho en mano, gritando por los pasillos con esa cara que tiene de no comer las recomendadas cinco piezas de fruta al día: que los vea yo, dónde están esos médicos fachitas, que salgan, que no les va a pasar nada. Y eso es todo.


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