María Teresa Peñas Azcona llegó a Pamplona desde Dicastillo en los años 50 del pasado siglo con su marido Narciso Mendoza y dos hijas pequeñas. Lo primero que hizo fue abrir una droguería que aún lleva su apellido en uno de los barrios más populares de la ciudad.
La perfumería Peñas está situada en la calle José María Behobide 7 bajo en el barrio de la Milagrosa, al lado del actual límite con el barrio de Azpilagaña, y muy cerca de la desconocida plaza del búho.
En la fachada de la perfumería Peñas se puede ver un amplio rótulo señalando los 50 años que cumplió la tienda en 2019: "Ahora estamos nosotras dos, pero el negocio lo abrieron nuestros padres hace 55 años", asegura Mari Jose Mendoza Peñas.
Los dos han fallecido: Narciso a los 72 años en el año 2002 y Teresa a los 78 años en 2014, pero les han dejado a sus dos hijas un patrimonio de más de medio siglo, y sobre todo un ejemplo a seguir en la vida.
"La tienda empezó siendo la droguería del barrio cuando las calles estaban sin terminar. Trabajó sobre todo nuestra madre Teresa porque el padre (Narciso) trabajó en porcelanas y por las tardes venía a ayudarle. Era la droguería del barrio donde vendían de todo: jabones, lejías, pinturas...".
"La que estuvo aquí al pie del cañón fue nuestra madre. Nosotras llevamos aquí once años en esta tienda, pero en la anterior que estaba en un local muy cerca llevamos toda la vida", señala Mari Jose.
"Yo hice FP y en cuanto acabé entré aquí y tengo 57 años. Mi hermana Nieves tiene 62 años. A ver si llegamos a la jubilación, que con los tiempos que corren está complicado".
En cuanto a un posible relevo familiar, asegura: "Si las cosas siguen como hasta ahora creo que no. Nuestros hijos han estudiado y están ahí un poco encaminados en otras cosas. Las chicas vienen a veces a la tienda y los chicos menos. Creo que ellos tirarán por su camino que es lo que han elegido, en principio".
En cuanto a la tienda, después de 55 años de historia, indican: "Estamos encantadas. Llevamos muchos años, conocemos a muchísima gente. Esto es como una gran familia y vamos tirando que no es poco. La gente compra mucho por internet pero hay gente que apuesta por el pequeño comercio y por darle vida a un barrio".
Aseguran que viene gente a comprar de muchos barrios de Pamplona: "Otros vienen porque han tenido un hijo estudiando cerca y nos conocen. Fue la primera del barrio como droguería en 1969. Ahora se vende mucha ropa, complementos que es lo que más tirón tiene. Bolsos, bisutería... Somos un poco psicólogas con la gente", concluye Mari Jose.
Nieves Mendoza asegura: "Mis padres se casaron y vinieron de Dicastillo. Tengo recuerdos de estar detrás del mostrador desde pequeña cuando salíamos de la escuela. Vivíamos en el mismo barrio. Esto ahora nos va bien, pero es muy esclavo. Los tiempos están duros".
El local de la tienda es de su propiedad: "Eso es muy importante porque el alquiler es un dinero. Estamos encantadas, felices con nuestro trabajo y súper a gusto. Yo llevo más de treinta años. Seguiremos adelante mientras vengan las clientas que son encantadoras", concluye Nieves Mendoza.
