'CASO KOLDO'

Dirigentes del PSOE piden la salida de Cerdán por el ‘caso Koldo’: «Hay que derribar una torre más alta»

La resistencia de Ábalos a abandonar su escaño puede precipitar la caída de Santos Cerdán

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Joan Guirado

La posible dimisión de José Luis Ábalos, a la que se sigue resistiendo el ex ministro de Transportes, parece no ser suficiente en el PSOE para calmar la tempestad provocada por el caso Koldo. En la Ejecutiva Federal, celebrada este lunes en Ferraz, se han escuchado voces que apuntan a la necesidad de que «más personas asuman responsabilidades». Todas las miradas se dirigen hacia el actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, que fue el que trajo a Koldo García a Madrid.

El hombre que relevó a Ábalos como número tres del PSOE ha estado todo el fin de semana negociando con su antecesor en Ferraz. Sobre él recae también el cometido de ejecutar el ultimátum de 24 horas que la dirección socialista ha dado al diputado por Valencia para que entregue su acta este mismo martes. Dirigentes y cuadros del PSOE recuerdan que «fue Santos Cerdán el que trajo a Koldo García a Madrid», por lo que le responsabilizan a él como el valedor del ex asesor detenido.

La Ejecutiva Federal de este lunes, a la que no asistió Pedro Sánchez por encontrarse de viaje en Barcelona y París, se centró principalmente en cómo responder a este caso de corrupción que afecta al partido. Hay miedo, mucho, a todo lo que todavía está por salir, teniendo en cuenta el secreto de las actuaciones. En la dirección socialista se habla de «la necesidad de parar el golpe» pero, sobre todo, «de no comprometer el futuro» del partido ante un ciclo electoral intenso. En dos meses se celebrarán comicios en el País Vasco; en junio, en Europa y en menos de un año, en Cataluña.

La dimisión de Ábalos «no es suficiente»

Para muchos, «la cabeza de Ábalos» -que está por ver si dimite para salvar a Pedro Sánchez, a Francina Armengol y el ministro Ángel Víctor Torres- «no es suficiente». La opinión generalizada es que «con todo lo que falta por conocerse» y que esto «no se puede saldar únicamente con la renuncia de un ex ministro». «Si queremos ser transparentes y escrupulosos, hay que derribar una torre más alta», y ésta no sería otra que la del secretario de Organización.

Enemistado con gran parte del partido, empezando por la vicepresidenta primera y vicesecretaria general, María Jesús Montero, Cerdán cuenta con muy pocos defensores que puedan luchar para que no acabe cayendo. Una caída que, según coinciden dos ministros, «se puede precipitar aún más si Ábalos no acaba renunciando al escaño y se le tiene que expulsar del grupo parlamentario». Toda la presión recaerá sobre el diputado navarro.

Con el plazo que la dirección federal ha dado a Ábalos para que presente su dimisión como diputado en el Congreso, renunciando al escaño que ocupa y entregándolo al PSOE para que sea relevado, el tiempo juega en contra de los intereses socialistas. Por ahora, el ex ministro únicamente ha renunciado a presidir la Comisión de Interior, cargo que depende del grupo parlamentario y del que ya podría ser destituido. La decisión la ha comunicado directamente al registro de la Cámara, no a la dirección que capitanea Patxi López.

Moncloa y Ferraz asumen que la sesión de control al Gobierno del próximo miércoles girará principalmente en torno a esta trama de supuesta corrupción durante la pandemia. Y a Sánchez le tocará dar la cara. La oposición, principalmente un PP al que los socialistas echaron del poder alegando la corrupción de la Gürtel, aprovechará la trama de corrupción que afecta a un ex asesor del ex ministro de Transportes para desmotar todo el discurso sobre el que Sánchez construyó su ascenso al poder.

Aunque los socialistas presionan a José Luis Ábalos para que el miércoles ya no esté sentado en la bancada junto a Sánchez, el presidente del Gobierno sí tendrá que compartir espacio con otros señalados en la trama. Francina Armengol, presidenta del Congreso y ex presidenta de Baleares, le dará el turno de palabra. Ángel Víctor Torres, entonces presidente de Canarias y ahora ministro de Política Territorial, se sienta en la misma fila que Sánchez. Y Cerdán, número tres del PSOE, justo dos escaños por detrás del presidente. En el encuadre de la foto.

Todas las fuentes socialistas consultadas por este periódico reconocen que «en los próximos días tendrán que pasar cosas importantes». Se agarran al «caiga quien caiga» que verbalizó Sánchez el pasado sábado para «que a nadie se le ocurra aferrarse al cargo».

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