El Gobierno de Navarra ha recepcionado las obras del nuevo Centro de Observación y Acogida (COA) para la valoración de 'menas' en riesgo de desprotección, que se ubicará en la residencia Félix Echegaray, ubicada en la calle Vergel número 4 de la capital navarra.
El Gobierno de Navarra adjudicó las obras en 2022 por un valor total de 361.641,33 euros IVA excluido, y han consistido en la reforma de la mencionada residencia para poder acoger a adolescentes menores de entre 12 y 18 años cuya situación requiera una intervención inmediata.
El edifico recién reformado vendrá a sustituir al centro ubicado en la localidad de Ilundáin y tendrá capacidad para doce chicos y chicas, cuatro en la planta baja y ocho en la primera planta. La actuación ha consistido en reformar el interior de las dos plantas y la envolvente de las fachadas del edificio.
En concreto, la residencia cuenta ahora con dos viviendas, una en cada planta, cada una con vestíbulo, cocina, salón comedor, dos baños completos, despacho para el personal educador y varias habitaciones (tres en la planta baja y cinco en la primera). También dispone de un amplio jardín al que se accede desde el vestíbulo del piso inferior.
La inversión se encuadra dentro de los proyectos recogidos en el Convenio de Colaboración firmado entre el Ministerio de Derechos sociales y Agenda 2030 y la Comunidad Foral de Navarra, con cargo a los Fondos Europeos provenientes del mecanismo para la Recuperación y Resiliencia (MRR).
El Programa de Observación y Acogida, dependiente del Departamento de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo y gestionado por la fundación pública Gizain, constituye un servicio residencial de urgencia y de corta estancia que tiene por objeto el estudio y valoración de la situación personal, familiar y social de los chicos y chicas atendidos, con el fin de definir la medida de protección que resulte más adecuada para las necesidades observadas. La permanencia en este recurso es, como máximo, de 6 meses.
En este sentido, el inmueble destinado a dar cabida al centro de acogida debía garantizar un espacio para la convivencia, y ser confortable acogedor y cálido, lo más parecido posible a una vivienda u hogar familiar. También era necesario que contara con espacios en los que poder desarrollar el trabajo individual psico-educativo que se requiere con cada uno de los niños o adolescentes atendidos.
Así, desde la Subdirección de Infancia, Adolescencia y Familia, se propuso reformar la residencia Félix Echegaray de Pamplona, en tanto que el edificio se encuentra adscrito a la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas.
