El señorío de Bértiz es un parque natural con una gran belleza gracias a su fauna forestal y es un destino obligado de muchas personas que visitan Navarra. El Parque Natural cuenta con 2.040 hectáreas de exuberante vegetación a 49 km del norte de Pamplona. Un rincón verde de gran belleza en el Pirineo occidental navarro, a orillas del río Bidasoa.
Además de su impresionante flora, cuenta con una gran historia por detrás. La primera referencia que se tiene se remonta al año 1392 cuando el propietario era Pedro Miguel Bértiz. Ya en el siglo XIX, Pedro Ciga y su esposa Dorotea Fernández adquirieron la propiedad y reconstruyeron gran parte del señorío. Dieron forma al jardín, construyeron un puente de acceso y generaron una pista de acceso al monte Aizkolegi en cuya cima construyó una segunda residencia hoy en desuso.
Años más tarde, en 1949, Pedro Ciga legó por testamento el señorío a Navarra y en su nombre a la Diputación Foral con una única indicación, que se mantuviera como él lo dejó.
El jardín a la entrada es una de las partes más destacadas, en su interior alberga más de 120 especies de árboles que se mezclan con las autóctonas y las traídas por Ciga. También, el señorío de Bértiz es el único lugar de España que alberga las siete especies de pájaro carpinteros y que habitan en un mismo lugar.
Pedro Ciga y su esposa Dorotea dejaron espacios construidos que también son un espectáculo de ver. Les encantaba viajar y por eso, quisieron rodear su hogar de las experiencias que conocieron en sus viajes. Se inspiraron en los movimientos artísticos del siglo XIX y primera mitad del siglo XX como el Modernismo.
En los diferentes edificios que este matrimonio construyó, destacan las vidrieras que decoraban los distintos espacios y que fueron creadas por los Hermanos Maumejean. Su estado se fue deteriorando, pero en 2011, el Gobierno de Navarra trabajó para la recuperación del conjunto de vidrieras bajo el proyecto 'La Luz de Bértiz'.
En el año 2019, se restauraron además las vidrieras de la marquesina tras 30 años guardadas a la espera de la restauración. En total se han restaurado 26 paneles de vidriera que muestran una alegoría de las estaciones, con una representación del paisaje de la comarca con figuras femeninas.
El señorío de Bértiz se encuentra abierto de martes a domingo de 10.30 a 14 horas y de 16 a 18.30 horas. La entrada al Jardín Histórico Artístico es de tres euros para particulares mientras que también se pueden realizar visitas en grupos organizados.
Además de conocer sobre la cultura de este parque, existen senderos fáciles de recorrer:
- Aizkolegi: una pista de 11 km. le llevará hasta el punto más alto de Bertiz donde se asienta el palacio de Aizkolegi, construcción modernista de principios del siglo XX que permanece cerrada y que nos retrotrae a los días de esplendor del Señorío hace un siglo. Constituye un excelente mirador sobre el parque y valles colindantes. (Tiempo estimado: entre 6 y 7 horas)
- Plazazelai: recorrido lineal de 8 km. hasta el portillo que marca el límite del Señorío de Bértiz con el valle de Baztán. (Tiempo estimado: 5 horas). Único recorrido autorizado para ciclistas.
- Senda Irretarazu: 7 km. por sendas y pistas desde la carbonera. Este recorrido muestra los usos tradicionales del bosque. (Tiempo estimado: 4 horas). Dos variantes de menor recorrido son la Senda del Suspiro (5 km) y la de Iturburua (3 km).
Cualquier estación del año es buena para visitar el parque, aunque si eliges la época estival, disfrutarás de una vegetación en todo su esplendor y de excelentes sombras.
A mediados de otoño, el verde intenso del verano da paso a ocres y rojos y es un buen momento para observar los movimientos migratorios de numerosas aves.
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