SALUD

Yuca, la perra capaz de detectar el cáncer de próstata gracias a su olfato está en Pamplona

Salvador López Flores, jefe de la Unidad Canina de la Asociación Cáncer en Personas y Detección Olfativa Canina, y la perra Yuca, principal del equipo canino, Yuca. MIGUEL OSÉS
Los perros de la Asociación Cáncer en Personas y Detección Olfativa Canina han logrado el 99% de exactitud para detectar pacientes con cáncer de próstata. 

Salvador López Flores, de 58 años de edad, es adiestrador de perros y experto en aplicación de rescate. Tiene más de veinte años de experiencia en defensa, rastreo y obediencia de animales.

Desde el 2014, después del fallecimiento de su padre a causa de un cáncer, decidió utilizar su profesión para fundar junto a otros amigos la Asociación Cáncer en Personas y Detección Olfativa Canina (CDOC). Realizó cursos para especializarse en el olfato canino y ahora, junto a cuatro perros y un grupo investigador, ha logrado diseñar un protocolo que permite a los animales detectar el cáncer de próstata. 

Yuca es la perra principal de la Unidad Canina de la asociación. Es de raza border collie lo que explica su inteligencia, capacidad olfativa y empatía con los humanos. Tiene cinco años y ha analizado miles de pruebas de investigación donde ha podido detectar el olor particular que emana la orina cuando un paciente padece cáncer de próstata.

La perra detectora es la consentida de López Flores y la conexión entre los dos es evidente. Con un simple 'stay' el inquieto animal se queda junto a su entrenador y acata las próximas ordenes. Trabaja en el laboratorio del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fe, en Valencia, junto a Nina, Aury y María las otras perras detectoras de raza teckel, pastor alemán y sabueso de sangre de Baviera. 

Este jueves López y Yuca participaron en la décimo sexta edición del Congreso Internacional de Oncología para Estudiantes (COE), organizado por las facultades biosanitarias de la Universidad de Navarra y que será hasta este sábado. El evento, titulado “El recorrido del cáncer: prevención, control y humanidad" profundiza en las novedades terapéuticas y la tecnología de vanguardia que se combinan en la investigación, prevención, diagnóstico, tratamiento y cuidado del cáncer desde la perspectiva científica, humana y social. 

Yuca, la perra principal de la Unidad Canina de la Asociación Cáncer en Personas y Detección Olfativa Canina. MIGUEL OSÉS

"Los perros son una invención humana, desde los inicios han sido entrenados para ser compañía y cazar. Con el paso del tiempo hemos descubierto que de acuerdo a sus habilidades pueden ser utilizados para el bienestar humano", asegura el jefe de la unidad canina. A lo que agrega que "hay que dejar de romantizar a los perros, porque son unos animales maravillosos que lo que menos hacen es compañía y eso ya es mucho. Tienen habilidades que pueden salvar vidas". Pero, "es una idea errónea pensar que todos podemos tener un perro en casa que detecte el cáncer" aclara. 

En entrevista para este medio, Salvador López explica el proceso de consolidar la asociación y cómo se lleva a cabo el trabajo innovador de entrenar perros que sean capaces de detectar el cáncer. 

Salvador López Flores jefe de la Unidad Canina de  Asociación Cáncer en Personas y Detección Olfativa Canina. MIGUEL OSÉS

 

¿Cómo decidió empezar a entrenar a los perros para la detección del cáncer? 

Nació de la impotencia de perder a mi padre por un cáncer. Entonces, me surgió la duda de qué podía hacer yo con las herramientas que tenía. Así que, empecé a estudiar, a profundidad el olfato de los perros y pensé que era una buena opción prepararlos para poder decirle al mundo científico: tengo esto está a vuestra disposición.

En el 2014 preparé una selección de perros y cuando los tuve listos para la tarea coincidió con que pude comunicarme con uno de los cincuenta científicos más importantes del mundo, Vicente Calatayud Pérez, quien apadrinó la idea y buscó qué investigadores había en Valencia que quisieran formar parte del proyecto y así conocimos a un investigador que llevaba cuatro años trabajando y buscaba una plataforma de este tipo. 

¿Por qué utilizar perros?

Yo había leído que en Inglaterra había una asociación que entrenaba perros para la detección de enfermedades. Entonces, decidí utilizar mi experiencia en adiestramiento para algo positivo y beneficioso a la investigación del cáncer.  

¿Cómo se estructuro la asociación?

Unos cuantos amigos le empezamos a dar forma a esta asociación guiados por las ganas de ayudar a la investigación del cáncer. El presidente, Javier Seguí Terol, y yo eramos amigos para ese entonces y al ver que ya teníamos la asociación, los perros y el equipo investigador decidimos empezar a trabajar.  Diseñamos un protocolo y a partir de ahí he venido trabajando en esto por puro y simple amor al prójimo. 

¿Quién más forma parte del grupo?

Somos varios. Esta Seguí Terol como presidente, Mari Carmen Perucho Rogel, es la vicepresidenta, Montse Calatayud Roselló, José Ramón Agustí Roselló, en lo administrativo, otros amigos y voluntarios que hacen parte de diversas tareas, y yo en el equipo canino. Además del grupo investigador liderado por el doctor José Luís Ruíz Cerda. 

¿Cuál es el mayor logro de la asociación hasta ahora? 

Tenemos porcentajes de detección muy altos. Los cuatro perros que hacen parte de la asociación actualmente cuentan con un 99% de especificidad y un 100% de sensibilidad. Es decir, de las 100 muestras que olfatean pueden determinar si hay o no cáncer en 99 de estás. 

¿Por qué no se ha expandido más el uso de perros en la detección del cáncer si se ha comprobado la utilidad que tiene? 

Es porque el propósito del uso de los caninos no es para conseguir un diagnóstico clínico. No se trata de que el perro olfatee a una persona y así determine su diagnóstico, porque eso es imposible. Los perros aquí trabajan en pro de la investigación, es decir una tarea de laboratorio lo cual implica un trabajo más complejo. Ahora mismo en la asociación el proyecto es únicamente para detectar el cáncer de próstata. 

¿Cómo logra el perro entonces detectar la enfermedad? 

Se comprobó que los fluidos humanos tienen olores particulares de acuerdo al diagnóstico que presenten. Entonces, el investigador determina esos marcadores de la enfermedad y posteriormente se prepara al perro para que perciba sustancias que se hayan encontrado en la orina de los pacientes. Los tumores de un paciente con cáncer de próstata desprenden unas partículas de gas a medida que van creciendo. Esos gases son los que el perro huele y es capaz de identificar. Con el tiempo la investigación determina si lo que detectó el perro da positivo para cáncer, es tumor benigno o es negativo para la enfermedad.

¿Cómo lo hace Yuca por ejemplo?

Ella logra decirnos un 99% de las veces correcto, por eso es la principal y es la que guía el proceso de las demás. En un comienzo lo que hacía, y es lo que hacen todos los demás, es fijar el morro o el hocico en la muestra que da positivo para las sustancias hasta que le doy la señal de que puede retirarse. Lo anoto y si lo ha hecho bien se le premia. Sin embargo, ella es muy activa, entonces ahora he decidido entrenarla para que cuando detecte el olor se tumbe en el piso y se quedé allí hasta que le de la señal. La reacción que tenga puede ser distinta en cada perro, esto depende de su carácter. 

¿Es decir que no hay una relación directa entre el perro y el paciente? 

No, porque el objetivo final es que haya unos mecanismos, unas máquinas, que sean las que lo hagan. El perro detecta el olor y ayuda al investigador a confirmar las sustancias para mejorarlas, ponerles un nombre e identificar los marcadores de cáncer de próstata. De hecho, actualmente los exámenes que se utilizan para esto en los hospitales son la cromatografía y la resonancia magnética nuclear.

Entonces, se prepara un mecanismo que posteriormente permite en la clínica saber que cuando una persona tiene en la orina unas cantidades específicas de ciertas sustancias, pues tiene cáncer de próstata. Los perros son de alguna manera la luz que ilumina al investigador en un cuarto oscuro para que sepa encaminar la investigación. Ya sabiendo exactamente los marcadores y siendo estos comprobados por los caninos se puede traducir en un nuevo conocimiento para los hospitales. 

¿Cómo es la relación del canino con el investigador? 

No es mucha. Tal vez el investigador los ha visto 2 o 3 veces. El protocolo permite que ellos solo acceda a las respuestas que obtenemos y trabaje con eso. La idea con los perros, por ejemplo la fase en la que se encuentra Yuca es que tiene una huella olorosa clara y sabe exactamente cómo aproximarse a las muestras. Estás se van cambiando o mejorando para llegar a una eficacia del 100%. 

¿De qué depende las razas que elije entrenar? 

La raza es muy importante porque determina el carácter y las cualidades que puede tener el perro. Entre más cruces hayan es más difícil saber las probabilidades de que salga de determinada manera y funcione para la investigación. Si es una raza pura el círculo de cualidades es más cerrado. Sin embargo, hay un sorteo en la genética porque a pesar que el perro deba tener unas características puede que como individuo no las cumpla y ahí es cuando hemos tenido que retirar algunos canes del proceso

Tenemos en la asociación un departamento de cría muy potente. Trabajamos sobre todo con border collie, que es la raza de Yuca, con pastor alemán, teckel y sabueso de sangre de Baviera, pero hemos probado otras. 

¿Cuáles son las características de un perro perfecto para este trabajo? 

Debe ser un perro con carácter fuerte porque el trabajo le va a implicar mucha presión y precisión, entonces si es un perro muy dulce y con tendencia a ser mascota digamos no te apaña. Además, un olfato excelente que sea capaz de encontrar hasta la mínima presencia del gas. Otra característica importante es la sensibilidad para que sea capaz de trabajar rodeado de personas y por supuesto que sea un perro sano. 

Chaleco que utilizan los perros de la Unidad Canina de CDOC. MIGUEL OSÉS

¿Cuánto tiempo pasa para saber si el perro es útil o no para la investigación? 

La fase inicial del entrenamiento dura mas o menos y dependiendo del perro un aproximado de quince meses. Los perros se van trabajando y formando todo el tiempo y este va mostrando en ese tiempo si vale o no. Si llega uno mejor también es motivo para no continuar porque necesitamos que sean perros excelentes. 

¿Cuál es la debilidad de Yuca? 

De las características anteriores Yuca es un 9 de 10. Lo único que tiene problema es con los petardos, le dan miedo. Si escucha alguno se bloquea y no puede seguir trabajado. Entenderá entonces que durante las Fallas de Valencia ella tiene vacaciones. 

¿Usted considera que los perros sufren en este trabajo?

No, al perro no se le aplica ninguna fuerza que lo lastime. La precisión se da más porque debe saber que no siempre va a encontrar la sustancia que a veces habrá muestras donde no esté y debe poder enfrentarlo. Una vez tuvimos un beagle que no pudo con esa frustración, quería encontrar la sustancia siempre y por esa razón tuvimos que apartarlo del proyecto. 

¿Cuánto tiempo trabajan? 

Aproximadamente hasta los siete años. 

¿Y qué pasa con los que se retiran o si cumplen su tiempo?

Yo tengo una casa de campo donde vivo con ellos y los cuido. Después de tanto tiempo compartiendo es imposible no generar un vínculo y tenerles cariño. Se convierten en una parte importante de tu vida. Sin embargo, no puedo tenerlos a todos. A algunos les hemos conseguido hogares donde me aseguro que van a estar bien.

Yuca, la perra principal de la Unidad Canina esperando órdenes de su entrenador. MIGUEL OSÉS

¿Cuál es la diferencia entre un perro que detecta el cáncer a los que detectan otro tipo de enfermedades o acompañan a ciertos pacientes en casa?

Hay personas que me han llamado en situaciones difíciles queriendo que uno de mis perros olfatee a un familiar y sepan si tiene una enfermedad. Pero, esto no funciona así. No es lo mismo trabajar con un perro adiestrado para tratar la hipoglicemia o los ataques epilépticos que el cáncer. No hay manera de contrastar que lo que el perro olfatea es uno u otro cáncer y aunque el perro perciba cierto olor no puede informar de dónde proviene o por qué se da. 

¿Entonces, no es posible que un perro sin entrenamiento perciba los olores que emanan los tumores?

Nosotros trabajamos con perros que entrenamos sin embargo, hay perros que por naturaleza perciben cambios en los olores. Tenemos dos testimonios contrastados que dieron positivos, porque sus perros manifestaban un comportamiento extraño a causa de los olores en los fluidos de sus dueños que les generaba una ansiedad.Sin embargo, no es posible que el can le diga qué significa ese olor. 

¿A futuro quisieran entrenar a los perros para detectar otros tipos de cáncer?

Si, nosotros estamos abiertos a la ciencia y a su disposición solo nos tienen que llamar. Desde aquí hago un llamamiento a cualquier grupo de investigación que quiera contar con nuestra experiencia y medios. El cáncer es cosa de todos y tenemos una responsabilidad con esto. 

La Asociación Cáncer en Personas y Detección Olfativa Canina fue fundada con el propósito de ayudar, López cuenta que la financiación es un tema que les genera dificultades. Al ser una organización sin ánimo de lucro sus operaciones se financian de las aportaciones de los miembros de la organización. Hasta ahora las donaciones son reducidas y no saben cuánto más puedan soportar los gastos, en especial la manutención de los perros que es un coste muy elevado.