TERRORISMO

Un matrimonio navarro y etarra: Francia juzga a una pareja por formar parte del aparato logístico de ETA

Los etarras Izaskun Lesaka y su marido Joseba Iturbide en sendas imágenes de archivo 2

Izaskun Lesaka y su marido, Joseba Iturbide, fueron arrestados en octubre de 2012 deben responder por un robo a mano armada.

La justicia francesa juzga a partir de este lunes a la pareja de etarras formada por Izaskun Lesaka, a la que se consideraba la jefa del aparato logístico-militar, y a su marido Joseba Iturbide, con el que fue arrestada en octubre de 2012.

Inculpada por 22 cargos, Lesaka (Pamplona, 43 años) se sienta en el mismo banquillo del Tribunal de lo Criminal de París que el pasado diciembre confirmó en apelación su condena a 14 años de cárcel por participar en el robo en 2010 en un concesionario de coches cerca de París por un comando etarra que acabó matando a un policía.

Antes de su captura, en un hotel de la ciudad de Mâcon (noreste) el 28 de octubre de 2012, había sido sentenciada en rebeldía en dos ocasiones en 2007 y en enero de 2012 por el Tribunal Correccional de París, a cuatro y a seis años, respectivamente.

Ahora debe responder por otros hechos que demostrarían su implicación en la actividad etarra, como un robo a mano armada de más de 2.100 litros de nitrometano (un combustible utilizado por la banda para confeccionar explosivos) en una empresa de la localidad de Lorette, al sureste de Francia.

Los cuatro terroristas que perpetraron esa acción el 10 de octubre de 2007 mantuvieron secuestrado, bajo la amenaza de las armas al propietario de la compañía, mientras sustraían el nitrometano y otro material, así como dos vehículos.

Lesaka Argüelles e Iturbide Ochoteco (Lesaka, 40 años), que se casaron en la cárcel, están acusados en este proceso que debe terminar el jueves de forma conjunta por todos los elementos que se les requisaron en el momento de su detención.

Eso incluye abundante documentación falsificada por ETA, dos pistolas, pero también material para la fabricación de artefactos explosivos que puso en evidencia su papel en la banda.

Además, tenían en su poder 13.825 euros en efectivo, de los cuales se supone que 12.000 eran para repartir entre otros miembros del aparato logístico-militar, una función que -de acuerdo con las conclusiones de los instructores- correspondía a Lesaka en tanto que jefa de esa estructura.

No obstante, no está imputada como dirigente terrorista porque no hay pruebas de que formara parte del comité ejecutivo de ETA.