SOCIEDAD

Los radicales violentos de Alsasua preparan ya su 'día del odio' contra la Guardia Civil: "Tú eres el virus"

Cartel del 'Ospa Eguna' de Alsasua de este año 2020, junto a una imagen de la localidad.
El cartel del acto circula ya por las redes sociales, con una nueva humillación hacia los agentes de la Benemérita.

La fecha ya está marcada en el calendario. El próximo 29 de agosto, los radicales antidemocráticos se darán cita de nuevo en Alsasua para promulgar su odio hacia las fuerzas y cuerpos de seguridad, en una nueva jornada de su Ospa eguna, o día del adiós, que no es otra cosa que una jornada para demostrar la ideología extrema que profesan, en la cual no tiene cabida ninguna opinión contraria a la suya.

Desde hace algunas semanas, colectivos próximos a la izquierda abertzale están preparando la edición de este año de esta particular celebración, que, a juzgar por la organizada años anteriores, estará muy vinculada con acciones de vandalismo, en las que la exaltación de la violencia hacia, sobre todo, la Guardia Civil se hará más que patente.

De ello da muestra clara y notoria el cartel del Ospa eguna que ya está circulando por las redes sociales. En él se emplea una referencia a la pandemia del Covid-19, ya que se indica, según los autores, que el virus es la Benemérita.

Al mismo tiempo, los creadores se vuelven a burlar de los agentes del Instituto Armado dibujando a uno de ellos con cuerpo de gremlin, una fotografía de Franco, una medalla de la época de la dictadura y una botella de alcohol.

Para rematar esta oda al salvajismo, se añade una olla a presión, dando a entender que el ambiente en Alsasua está cargado y a punto de reventar, una amenaza nada velada para los agentes de la Guardia Civil que trabajan en la localidad.

El odio y la violencia hacia estos servidores públicos es más que notable en el municipio, sin tener que remontarse a octubre del 2016, momento en el que un grupo de jóvenes violentos propinó una brutal paliza a dos agentes y a sus dos parejas en un bar de Alsasua.

EMBOSCADAS A LA GUARDIA CIVIL

En los últimos tiempos, no son pocas las ocasiones en las que estos grupos de radicales han preparado emboscadas a la Guardia Civil, con contenedores ardiendo y volcados en mitad de calles, o prendiendo fuego a neumáticos en importantes vías de comunicación de la zona.

Y todo ello, enmarcado en un clima de brutal odio hacia quienes no piensan como ellos y se basan en valores democráticos, en los que la violencia no tiene ningún espacio permitido. Y aquí no solo entran los cuerpos y fuerzas de seguridad.

En el Ospa eguna del pasado año ya quedó dejó claro que estos exaltadores de la violencia arremeten contra cualquier institución u organización que se oponga a sus desmanes antidemocráticos. En la celebración del 2019, además de la Benemérita, las dianas de sus tropelías y humillaciones se colocaron en la Policía Foral, los jueces y el partido político Ciudadanos.

La razón de estos ataques era que estas organizaciones plantaron cara a la violencia. Desde Cs se había llevado a cabo el año anterior un acto de España Ciudadana en Alsasua para apoyar a los dos guardias civiles y a las dos mujeres agredidas en el 2016. Por su parte, agentes de la Policía Foral los habían protegido de los radicales durante ese apoyo. Y, por último, la acometida a los jueces respondía al hecho de que ocho jóvenes de la localidad se encontraran en prisión, condenados por haber participado en la citada paliza.

TERCER GRADO DE LOS AGRESORES

La celebración del Ospa eguna de este año, además, será la primera tras el tercer grado penitenciario a tres de esos agresores condenados. Se trata de Oihan Arnanz, Jokin Unamuno y Adur Ramírez de Alda, que este mismo viernes fueron recibidos como héroes tras salir de la cárcel y llegar a la localidad.

Este acto radical se encuadra dentro de la campaña Alde hemendik, con la que los partidarios de la izquierda abertzale reclaman que la Guardia Civil salga de Navarra y el País Vasco.

El pasado año, con la socialista María Chivite ya en la presidencia del Gobierno de Navarra, no se hizo nada desde el Ejecutivo foral para tratar de impedir un acto henchido de odio hacia los agentes de la Guardia Civil.

Chivite, que accedió al Palacio de Navarra gracias al apoyo en forma de abstención de los abertzales de EH Bildu, llegó a decir que no se podía "prohibir un acto porque un colectivo o asociaciónconcreta estima que los participantes podrían cometer un delito".