Defienden a los radicales abertzales que provocaron disturbios en Pamplona: “Sólo impulsan el antifascismo”
En lugar de condenar la violencia, EHKS ha comparecido para denunciar “la hipocresía antifascista de los partidos institucionales".
Unos doscientos radicales abertzales, todos ellos vestidos de negro, con capuchas y pasamontañas protagonizaron violentos incidentes en el entorno del campus de la Universidad de Navarra, donde propinaron una brutal paliza a un periodista y a un estudiante y posteriormente se enfrentaron a la Policía Nacional en el resurgimiento de la kale borroka en Pamplona. Todo ello para protestar contra un acto que nunca llegó a celebrarse del activista Vito Quiles en Pamplona.
Contenedores ardiendo, lanzamiento de botellas de vidrio y piedras a la Policía, con cuatro agentes heridos, y miedo en el barrio durante los incidentes, pero este miércoles, representantes de EHKS – Movimiento Socialista han denunciado lo que a su juicio es una “criminalización” de quienes “han impulsado activamente el antifascismo”.
En lugar de condenar la violencia, la portavoz del movimiento, Garazi Navarro, ha comparecido ante los medios en la Plaza del Castillo, en un acto sin turno de preguntas, donde ha criticado la actitud de “varios medios de comunicación y partidos de derecha y ultraderecha”.
Navarro ha asegurado que “la hipocresía antifascista de los partidos institucionales está quedando en evidencia” y ha acusado a las instituciones de “abrir las puertas al fascismo con total pasividad”.
En su intervención, ha afirmado que “el Estado burgués y el fascismo son compañeros naturales de viaje contra los trabajadores, ambos están para mantener los intereses y el orden de la burguesía”. Según ha expresado, “el objetivo del fascismo es fortalecer el Estado mismo, impulsando un modelo autoritario”, y ha añadido que “el fascismo no ha hecho más que fortalecerse desde que la izquierda institucional está en el Gobierno”.
La portavoz también ha denunciado que “la extrema derecha está haciendo todo lo que quiere en las redes sociales, en los medios y en la calle, haciendo apología del fascismo, incendiando locales antifascistas y sindicales, difundiendo mentiras y golpeando a militantes sociales”.
Por último, ha reprochado que “la izquierda institucional sigue señalando permanentemente la respuesta antifascista”, en lugar de actuar frente a esos comportamientos.