EH Bildu usa el discurso del “fascismo” para atacar a la derecha y esquivar la corrupción de sus socios en Navarra
La responsable política de EH Bildu en Navarra, Miren Zabaleta, ha pedido este sábado “reforzar la colaboración” con los partidos que sustentan el Gobierno de Navarra —PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin— en un contexto que ha descrito como de “auge del fascismo”.
Lo ha hecho durante una asamblea celebrada en Burlada, en la que la formación abertzale ha analizado el curso político y sus retos para los próximos meses.
Zabaleta ha advertido de que “las derechas” estarían en una “ofensiva para romper las mayorías que han hecho posible que Navarra avance”, en referencia a los acuerdos parlamentarios que permiten la estabilidad del Ejecutivo foral. Según la dirigente abertzale, “si está en la mano de EH Bildu, eso nunca va a suceder”.
El discurso de la coalición se centra en consolidar su papel de apoyo externo al Gobierno, pese a no formar parte del mismo. Sin embargo, EH Bildu insiste en considerarse clave para la “estabilidad” institucional, incluso después de haber mantenido en otras etapas una posición de oposición frontal a los socialistas navarros.
La representante de EH Bildu ha afirmado que sus prioridades siguen siendo “mejorar las condiciones de vida y de trabajo de todas las personas que viven y trabajan en Navarra” y ha subrayado que “ni las supuestas corrupciones ni las irregularidades son aceptables”. Zabaleta ha asegurado que su formación “ha sido firme y va a seguir siéndolo en la lucha contra la corrupción y en la defensa de los derechos de los navarros”.
Estas declaraciones llegan en un momento en el que la coalición abertzale busca proyectar una imagen de partido moderado y de gestión, mientras mantiene un discurso polarizado que apela a “frenar el avance del fascismo”. Una expresión que EH Bildu emplea para referirse a sus adversarios políticos, agrupados bajo la etiqueta genérica de “las derechas”, sin precisar a qué partidos o hechos concretos se refiere.
Zabaleta ha insistido en que “es el momento de fortalecer la cooperación con las fuerzas del Gobierno” y ha considerado que “no se debe romper esa mayoría”, apelando a un frente común de izquierdas frente a sus rivales políticos. No obstante, la coalición mantiene su tradicional distancia respecto a temas como el régimen foral o la relación con el Estado, lo que añade complejidad a su pretensión de presentarse como garante de la “estabilidad” en Navarra.
La dirigente ha concluido que “la prioridad pasa por tratar de solucionar las preocupaciones de las gentes de Navarra”, aunque sin concretar propuestas nuevas más allá de mantener los actuales acuerdos parlamentarios.