Política

Geroa Bai también planta cara a Asirón: "Los okupas han rechazado el diálogo en dos ocasiones"

Okupas protestan ante la policía en las inmediaciones del palacio del Marqués de Rozalejo. EFE/Villar López

La formación de la presidenta Barkos remarca que nunca negociará con "locales adquiridos a través de una patada en la puerta".

Tras la comparecencia del alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, Geroa Bai recuerda que la vía de diálogo con los okupas del palacio del Marqués de Rozalejo fue rechazada por la asamblea en dos ocasiones.

El grupo municipal pamplonés de la formación indica que “el Gobierno de Navarra intentó negociar y dialogar en agosto con los okupas, pero este diálogo fue rechazado por la asamblea; y EH Bildu mantuvo durante meses un proceso de negociación, que fracasó porque las personas que ocuparon el palacio del Marqués de Rozalejo no admitieron ninguna de las alternativas que se les ofrecieron, demostrando que priorizan su ‘proyecto político’ a la búsqueda de una solución, y que su voluntad negociadora es nula”.

Geroa Bai insiste además en que siempre ha defendido que el Ayuntamiento de Pamplona es la institución que tiene la competencia para atender las demandas de locales para colectivos vecinales y populares, y que en más de una ocasión ha emplazado al alcalde Asirón a trabajar con responsabilidad en ello.

La formación afirma que desde la coalición nunca se ha puesto ninguna objeción a que tanto el consistorio pamplonés como EH Bildu lleven a cabo un proceso de diálogo tanto con el tejido asociativo del Casco Viejo como con los okupas, aunque admite que "es difícil negociar con un colectivo que ha demostrado con sus rechazos al diálogo que su único objetivo es utilizar el palacio del Marqués de Rozalejo como excusa para confrontar con el Gobierno de Uxue Barkos y con Geroa Bai”.

El grupo municipal de la coalición señala que durante esta legislatura se han dado pasos para dinamizar y poner en marcha proyectos de autogestión en los barrios, como el centro social Antzara de Mendilorri o el edificio de Redín y Cruzat, y afirma que su apuesta es la de "seguir trabajando en esta línea con asociaciones juveniles y vecinales”. “Eso sí, nunca con locales adquiridos a través de una patada en la puerta”, apunta.