Sociedad

Los tres investigadores de la UPNA que han logrado un avance único a nivel mundial en la Antártida

El equipo de la UPNA que ha participado en la expedición, junto al generador termoeléctrico. De izda. a dcha., Nerea Pascual, David Astrain y Patricia Alegría. CEDIDA
Liderados por el catedrático David Astrain, el grupo acaba de volver de su segunda campaña científica en la Antártida

Un equipo de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha conseguido, por primera vez a nivel mundial, generar electricidad de forma continua y renovable en una zona remota de la Antártida.

El grupo de investigación en Ingeniería Térmica y de Fluidos, liderado por el catedrático David Astrain, ha constatado el éxito del generador termoeléctrico que instalaron el año pasado en Isla Decepción, el segundo volcán más activo del continente.

La estructura ha soportado el invierno polar y ha mantenido un rendimiento óptimo, lo que supone un avance tecnológico sin precedentes.

Este generador, basado en una tecnología patentada por la UPNA, aprovecha el calor geotérmico de las fumarolas volcánicas para producir energía eléctrica de manera ininterrumpida.

Su funcionamiento se basa en el efecto Seebeck, que transforma la diferencia de temperatura entre el suelo y el ambiente en electricidad. A diferencia de otras soluciones, no requiere elementos móviles como turbinas o bombas, lo que lo hace más robusto, modular y fácil de instalar, características clave para operar en entornos extremos como la Antártida.

El catedrático David Astrain ha destacado la importancia de este desarrollo, que podría revolucionar la monitorización de volcanes en zonas aisladas. “Este avance soluciona el enorme reto que supone el suministro energético en regiones volcánicas de climatología extrema, permitiendo alimentar los equipos geológicos que estudian y vigilan los volcanes en continuo y en tiempo real”, ha explicado Astrain.

La vigilancia volcánica es fundamental, ya que el 10% de la población mundial vive cerca de un volcán activo. No obstante, el 30% de estos volcanes no cuentan con sistemas de monitorización, en gran parte debido a la falta de fuentes de energía fiables. Hasta ahora, la única alternativa eran los paneles solares, cuyo rendimiento se ve afectado por fenómenos como nieve, niebla, ceniza, calima o la falta de luz solar durante meses en latitudes polares. Con esta nueva tecnología, se podrá garantizar un suministro estable de energía en estas áreas críticas.

El equipo investigador, compuesto por Patricia Alegría, Nerea Pascual y David Astrain, ha pasado tres semanas en la base militar Gabriel de Castilla, en Isla Decepción, desde donde han realizado hasta 14 ascensos al Cerro Caliente para trabajar en sus generadores termoeléctricos. Además de comprobar su correcto funcionamiento tras el invierno, han instalado más módulos con el objetivo de aumentar la potencia eléctrica y permitir el suministro de sistemas de geodesia volcánica.

Este avance permitirá pasar de un registro de datos limitado a los tres meses de la campaña polar, a una monitorización continua durante todo el año, con visionado en tiempo real de la actividad volcánica. La UPNA ya mantiene contacto con investigadores de Nueva Zelanda, Chile y Argentina, interesados en aplicar esta tecnología a sus propios sistemas de vigilancia volcánica.

La investigación se enmarca en el proyecto VIVOTEG PID2021-124014OB-I00, financiado por la Agencia Estatal de Investigación, y supone un hito en la exploración de fuentes de energía sostenibles en los entornos más extremos del planeta.