Sociedad

Investigador de la Clínica Universidad de Navarra participa en un hallazgo clave sobre una enfermedad grave

El Dr. Josepmaria Argemí, hepatólogo de la Clínica Universidad de Navarra, en su laboratorio del Cima. CEDIDA
La investigación, publicada en Nature y liderada por Columbia, demuestra que estas células también protegen el hígado sano.

El Dr. Josepmaria Argemí, hepatólogo de la Clínica Universidad de Navarra e investigador del Cima, ha participado en un estudio internacional que ha descubierto que las células estrelladas del hígado, hasta ahora vinculadas a la fibrosis hepática, también desempeñan un papel clave en el correcto funcionamiento de este órgano.

La investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature, ha sido liderada por la Universidad de Columbia y ha contado con la colaboración de equipos del Hospital Clínic de Barcelona, la Clínica Universidad de Navarra y el Cima.

Hasta el momento, estas células se conocían principalmente por su implicación en el desarrollo de la fibrosis hepática, una enfermedad que genera tejido cicatricial en el hígado debido a lesiones o inflamaciones crónicas. Sin embargo, el estudio demuestra que también participan en funciones esenciales para la regeneración y organización del hígado sano.

Según ha explicado el Dr. Argemí, líder del grupo de estrés celular e inmunoterapia en cáncer hepático del Cima, el hallazgo más relevante es que estas células producen una proteína llamada RSPO3, necesaria para mantener la organización zonal del hígado. Esta proteína se ve reducida en casos de enfermedad hepática, lo que indica una posible pérdida de su función protectora.

Los investigadores han trabajado durante más de diez años con muestras de tejido humano, modelos animales y técnicas de ingeniería genética. En ratones de laboratorio, eliminar las células estrelladas provocó alteraciones profundas en funciones como la regeneración, la desintoxicación y otros procesos vitales del hígado. En cambio, cuando estas células se activan en exceso —como ocurre en enfermedades hepáticas graves—, los niveles de RSPO3 disminuyen, y esta caída se asocia con un peor pronóstico en pacientes con enfermedad hepática por alcohol.

El estudio también sugiere que, en condiciones normales, estas células desempeñan un papel protector, lo que abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos dirigidos a estimular la regeneración hepática o la recuperación del órgano tras una lesión.

La fibrosis hepática puede progresar hacia una cirrosis si no se detecta a tiempo. Aunque el hígado tiene capacidad de regenerarse, una agresión crónica, como el consumo continuado de alcohol, enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad o la diabetes tipo 2, o infecciones virales no tratadas, puede comprometer seriamente su estructura y funciones.