SOCIEDAD

El pequeño pueblo de Navarra que esconde una cripta románica de más de ocho siglos de antigüedad

Localidad de San Martín de Unx en Navarra. Francis Vaquero
Entre murallas, callejas medievales y viñedos, este enclave histórico guarda bajo su iglesia un tesoro del románico navarro.

En el corazón del antiguo Reyno de Navarra, entre montes que fueron frontera y valles que alimentaron a generaciones enteras, existe una villa que fue punto clave de paso y defensa. Su ubicación estratégica, en la encrucijada de rutas históricas, convirtió a este enclave en lugar de tránsito de comerciantes, peregrinos y ejércitos. Todavía hoy conserva el trazado irregular de las villas medievales y un silencio que parece arrastrar ecos de otra época.

Quien se adentra por las emìnadas callejas de San Martín de Unx descubre fachadas de piedra con escudos heráldicos, restos de muralla y el aroma a vino nuevo que escapa de sus bodegas. Aquí, las casas se agrupan en torno a una colina, como protegiéndose unas a otras, y el tiempo parece correr al ritmo pausado que imponen las campanas de su templo principal, visible desde cualquier punto del caserío.

Ese templo es la iglesia de San Martín de Tours, que corona la parte más alta del pueblo. Consagrada en 1156, mantiene la estructura original del románico navarro con una única nave de cuatro tramos, bóveda de cañón y un ábside semicircular que se eleva de forma imponente. Sus portadas, decoradas con capiteles historiados en los que aparecen escenas como San Martín partiendo su capa o Sansón luchando contra un león, llevan la firma del llamado maestro de Uncastillo, uno de los escultores más reconocidos del siglo XII.

A su alrededor, la piedra habla también en los canecillos que decoran la cornisa: figuras humanas, animales y criaturas fantásticas vigilan desde lo alto. Dentro, sorprenden piezas únicas en Navarra, como la pila bautismal decorada con personajes y arcos, la talla medieval de la Virgen de la leche o un retablo romanista con el santo obispo en el centro.

Pero la verdadera joya se oculta bajo sus pies. Una escalera de caracol conduce a una cripta del siglo XII, la parte más genuinamente románica del conjunto. Este espacio, construido para nivelar el terreno bajo la capilla mayor, se organiza en torno a seis columnas exentas y otras adosadas al muro, con capiteles decorados con hojas, fieras de grandes cabezas y rostros humanos de mirada severa. Tres vanos abocinados, que por fuera parecen saeteras, filtran la luz creando un ambiente íntimo y misterioso que cambia con cada paso.

Quien desciende a esta cripta siente que ha viajado varios siglos atrás. Un rincón silencioso, de piedra y penumbra, que guarda intacta la memoria de un pueblo que ha sabido conservar su pasado y mostrarlo, sin prisas, a quienes deciden descubrirlo.

Cripta de la iglesia de San Martín de Tours en San Martín de Unx. NAVARRA.COM