Todo cocinado y sin debate parlamentario

Los discursos encorsetados y preparados 'desde casa', que a medida que se agota la legislatura van in crescendo, hacen que no se escuche ni se responda al debate, con cada parlamentario soltando su texto, muchas veces fuera de todo contexto, pareciéndose el Parlamento, a veces, al juego del teléfono estropeado. Las comisiones, comparecencias, plenos y sesiones de trabajo hay que preparalas, pero entiendo que se empobrece su función si somos incapaces de cambiar ni una sola letra.