Lo esencial es invisible a los ojos

Un hombre pasea por una playa vacía durante un atardecer.

Si algún día

Adviertes que mi mano tiembla;

O que mis piernas cansadas

Del trotar de una vida

Demandan quietud;

Que mi vista ya no aprecia

Tus ojos verdes,

Verdes que los sueño verdes.

Si algún día

Mi memoria falla

Y no recuerdo nuestro paseo,

Nuestra botella de vino blanco,

Nuestras palabras de amor.

Atiende.

No te inquietes.

Posa tu oído en mi corazón.

Lo esencial es invisible a los ojos.