De la mar, el azul

Al pasear por la arena

no son las caracolas sembradas;

ni las rizadas olas

-ora plata, ora blancas-.

Tampoco la brisa de la gaviota

con su salado aliento de agua;

No es el batir de espumas,

ni el horizonte púrpura

que mi cuadro visual enmarca.

Si existe una emoción

que mis sentimientos ensalza…

Es otearte

-metáfora radiante-

como sirena descalza.

Pues, eres sólo tú…

de la mar, el azul.