Todos somos mortales

Todos somos mortales.

La mosca y yo lo somos.

El mendigo y la crin al aire enloquecida.

La vela y el atajo y la cerilla.

La rosa y la ola de la mar temprana.

El olor a lavanda, la lluvia y el año

Nacen para ser muertos…

Pero no el amor que te tengo.

Mi caricia. Mi suspiro. Mi beso.

La paz que me transmites.

El alma que me acaricias.

Soñar que contigo sueño.

Si muero yo, no tu aliento

A mis conjuntos anclado.

Si lo haces tú, no lo hará

Tu sonrisa a mi memoria hilvanada.

¡Oh, vivir de las pequeñas fragancias!

¡Oh, sentir de la vida sus latidos!

Todos mortales. Todos.

Mas a la vez, tan vivos.