Dos locuras maravillosas de San Sebastián

La cinta francesa Emilia Perez y Demi Moore en La Sustancia. Navarra.com

Además de recomendar, el crítico también puede servir para ahorrar tiempo a los lectores.

 

En cualquier festival de cine se ven títulos muy diferentes que quizás tengan poco recorrido a nivel comercial. Por eso, un buen equilibrio entre algo familiar y raro sí pueden sacar de un festival su mejor versión: la capacidad de extraer un diamante. Las dos películas de las que os voy a hablar son tan originales y diferentes que con buen marketing podrían ser un éxito.

Hoy vengo a hablar de: “Emilia Pérez” y “La sustancia”. Incluso si no las veis, no podréis negar que habéis sido sorprendidos por las valientes premisas de las cintas. Y que conste que creo que una de ellas debería ser vista por el mayor número de personas porque es un auténtico logro.

Empiezo por la francesa “Emilia Pérez” de Jacques Audiard que seguro irá a los Oscar (Películal Extranjera y la actriz española) y que consigue hacer algo que se le da muy bien a Almodóvar: contar algo grandilocuente, rocambolesco, incluso con escenas musicales y aún así conmover.

Sinopsis “Emilia Pérez”: Infravalorada, Rita es una abogada de un gran bufete que un día recibe una oferta inesperada: ayudar al temido jefe de un cártel a retirarse de su negocio y desaparecer para siempre convirtiéndose en la mujer que él siempre ha soñado ser.

Esta producción francesa te conmueve con los personajes y dinámicas más originales. Y es que, a pesar de los bailes, la realidad de la guerra de las drogas en México se muestra tan implacable y el dolor con el cargan los personajes es tan pesado que hace que siempre te tomes en serio esta historia.

Es tan atrevida como puede ser una película y todos los aspectos son sobresalientes.

 

Sinopsis de “La sustancia”: Demi Moore interpreta a una vieja gloria de Hollywood que decide aceptar un experimento, un producto revolucionario basado en la división celular, que crea un alter ego más joven, más bello, más perfecto. Sin embargo, hay reglas y cuando la versión joven quiere librarse de la versión envejecida, surge el conflicto.

Hace poco un crítico dijo: “Para un cinéfilo la vida es ver la última media hora de “La sustancia” en una sala llena de gente”. Y es que los giros y sorpresas, a menudo grotescos, pero nunca vacíos, no pueden no conseguir una reacción visceral del público.” La última película de Demi Moore es sorprendente y provocadora. Ganó el premio al Mejor Guion en Cannes y nunca me han contado hasta ahora de forma más aterradora lo que es envejecer.

La sustancia” tiene mucha energía y mucho que decir sobre cómo nos vemos y miramos nuestro cuerpo, nuestra edad... Impacta su forma de mostrar la vejez, la incomprensión de ver cómo tu cuerpo va en tu contra. A pesar de tratar todos estos temas funciona como thriller, mucho suspense, comedia y en la última media hora explota sacándote carcajadas y arcadas al mismo tiempo. Es como cuando estás en una montaña rusa, te asustas, te ríes, te rindes, cierras los ojos y dices: que acabe.