Terror y comedia en 'The Barbarian'

Georgina Campbell descubriendo un tunel en el sótano en The Barbarian.
Lamentablemente, Disney + continúa estrenando sus mejores películas fuera de los cines.

Después del genial estreno de 'Prey' de este verano, Disney continúa estrenando los títulos de Hulu (otra plataforma que Disney compro y que ahora está integrada en Disney +). El sello de calidad de Hulu es incuestionable, tienen una de las series del año con 'The Bear'. Y ahora lo han vuelto a hacer con la película de terror de 'The Barbarian'.

Sinopsis: Una joven que viaja a Detroit para una entrevista de trabajo alquila una casa para pernoctar. Pero cuando llega a altas horas de la noche, descubre que la casa está doblemente reservada y que un hombre extraño ya se está quedando allí. Decide pasar la noche allí, pero pronto descubre que hay mucho más que temer que un invitado inesperado.

Debido a algunas películas muy taquilleras de los 2000 muy sangrientas se empezó a confundir lo que realmente era el género cinematográfico del terror. En él hay muchos subgéneros y el gore y la sangre no son los únicos elementos que le caracterizan. De esa forma hemos estado obteniendo o bien muchos thrillers con tintes de terror o baños de sangre que confiaban todo su efecto al: cuanto peor, mejor.

Si tuviera que decir mi favorito sería un terror con una violencia elegante que sabe incluir momentos de ligereza o humor para hacer el camino más llevable. Un buen ejemplo son los dos taquillazos de los últimos años: 'Déjame salir' y 'Nosotros'.

En Estados Unidos, en el que 'The Barbarian' sí se estrenó en cines, fue una sorpresa de recaudación y de crítica que la elevaron a uno de los mejores filmes del género en muchos años. Sin ser 'El exorcista', creo que una de las mejores películas del año que funciona a varios niveles. Desde el puro entretenimiento hasta críticas sociales sutiles a el uso de un tipo de protagonista muy arriesgado.

El guion toma algunos giros poco ortodoxos (más cercanos a la TV), un poco en contra de los estándares del guion habitual. Juega con algunos tópicos como el: “¡no entres ahí!”. Exige a su audiencia apartando la atención, a ratos, de donde queremos estar o presentándonos a personajes de cuestionable reputación pero que, sabiamente, los hace digeribles a partir de dos estrategias: dotándole de humor cuando más lo necesitamos y colocando su antipatía a la sombra del mal absoluto que esconde la casa.

Gracias a un ritmo y metraje perfectos, qué poco común es esto, uno termina la película con buen sabor de boca, reconociendo que ninguna de las sorpresas las había visto venir y que la calidad de la película le ha impedido pensar en nada fuera de ésta. Tienen una calificación conservadora de +18 pero creo que es muy accesible para el público que normalmente no está dispuesto.