Una investigación penal imposible sin la única prueba objetiva

El juez ha archivado el atropello de dos octogenarios por parte de la edil de Bildu Maider Beloki, a la que no le hicieron la alcoholemia
 

El juez ha archivado las diligencias abiertas por el atropello de dos octogenarios por parte de la concejal de Bildu en Pamplona Maider Beloki debido a que la alcoholemia, la única prueba objetiva de una supuesta infracción penal, no se practicó. Es más, el archivo judicial se ha decretado sin que se hubiera llevado a cabo investigación alguna, puesto que el magistrado solo ha tenido en consideración el atestado remitido por la Policía Municipal.

Sin la prueba de etilometría resulta imposible imputar a nadie la comisión de un delito contra la seguridad vial por la supuesta ingesta de bebidas alcohólicas. Por tanto, desde el momento en que motu proprio la Policía Municipal decidió enviar el atestado al juzgado, el archivo de la causa estaba asegurado.

La mayor anomalía de este procedimiento, así como la sospecha de un presunto trato de favor, estriba sin duda alguna en la decisión de la agente de la policía municipal que intervino de no llevar a cabo la alcoholemia a la edil, como es práctica habitual en los siniestros con heridos. La agente no solo incumplió la orden interna que señala de forma explícita que todos los conductores implicados en un accidente deben pasar "obligatoriamente" por el control de etilometría, sino que rehusó la presencia del equipo de atestados.