Alzórriz protagoniza Huevos de oro II
Si alguna vez os preguntan qué es venirse arriba, le ponéis el vídeo de Ron Damon, el recién ascendido a flamante mandamás del PSN, vicesecretario general, mano izquierda de Txibite, esa izquierda, no, la otra mano izquierda, Ron Damon. Muy bien, ahora sí.
Coronalzórriz tuvo la ocurrencia hace unos días de grabarse un vídeo, plano fijo con pose en sofá de galán de club de lucecitas, y colgarlo en las redes. Estoy convencido de que lo hizo sin consultar con nadie, porque es imposible que alguien que se dedique a la comunicación diera el visto bueno a semejante disparate. Lo tienen por las redes, échenle un ojo si quieren. Yo no soy capaz de resumirlo. Es demasiado lisérgico para un señor mayor como yo.
Lo primero que pensé al verlo, como peón picapedrero en la sombra de la comunicación corporativa que a veces soy, cuando no estoy aquí a pecho gentil echando unas risas con estos artículos, es en el pobre o pobra que le lleva estas cosas al PSN. El tierra trágame, el infartazo, la apoplejía que sufrió al ver a su jefe haciendo el más soberano de los ridículos. «¿No hay nadie con mando en este maldito partido que le quite el móvil a este inútil?», estoy seguro de que fue lo más suave que dijo.
Están intentando moderar su imagen, darle un perfil más institucional al jicho, y va el colega y se lo lleva todo por delante porque decidió, por sus santos (cerdanes) cojones, que era buena idea grabarse para que el mundo viera lo bien que habla, con qué criterio, con qué tono cautivador, lo bien que posa. «Yo los voy a convencer a todos solo con mi presencia. Aparta, que tú no sabes, chaval o chavala». Y la lió, claro.
A ver, Coronalzórriz, siento ser yo quien te lo diga, pero la erótica del poder en tu caso no es innata, es de pago. Lo primero para triunfar es asumir nuestras limitaciones y, de limitado a limitado, tú lo eres mucho.
Tío, qué necesidad hay de verte toda la masa escrotal en primer plano. El único elemento dinámico del vídeo es la mano que cubre y descubre la entrepierna. Es decir, toda la mirada se te va, quieras o no, todo el rato a ese punto.
¿No lo ves? ¿No ves tampoco el paralelismo con el personaje de Bardem en Huevos de Oro, con el mismo estilo de peluco caro, agarrándose constantemente las pelotas y mostrando el reloj como símbolo de poder, como haces tú? ¿De verdad no tenemos un mínimo de culturilla cinematográfica para no hacer el ridículo al menos con esto?
Déjate asesorar, copón. Y si te han asesorado de esta forma, ponlos en la calle y contrata a un honrado mercenario que sepa hacer su trabajo.
¿Piensas que presentándote así, con las lorzas a punto de reventar la camisa, despatarrado en un sofá, enseñando tobillo con pantalón remangado, mirando a cámara con el cuerpo echado hacia delante, en una postura invasiva, intimidatoria, con esa caída de ojos que sugiere más noches de comité con Ábalos, Cerdán y Koldo que inteligencia, una caricatura de la caricatura de Huevos de Oro filtrada por Torrente, es la mejor puesta en escena para la comunicación política?
Es un delirio de vídeo, y el colega, en vez de sepultar la cagada, se lo fija en el perfil de Twitter, venga, alegría, como si fuera una obra publicitaria cumbre.
No puedes colgar eso nunca, y menos un viernes a las 2 de la tarde, hora del tercer marianito, con pose de «sujétame el cubata», pinzando el micro como si fuera un piti, coño.
Si piensas que está bien, o has perdido la chaveta o alguien del equipo de comunicación del PSN te ha engañado, Ron Damon, porque trabaja para el enemigo/compañero de partido, que ya sueña con sucederte cuando caiga Sánchez, que caerá, más pronto que tarde, y haya que barrer a los sanchistas como tú del PSOE.
Si a mí, que no trabajo en Navarra ni con navarros, es decir, les importa bien poco lo que pase en ese rincón, me lo han pasado alucinando mis compis, diciéndome «quién es este kamikaze», qué no estarán comentando donde conozcan mejor tus andanzas políticas. Ron Damon, respétate un poco, que estás perdiendo el norte.
Piensas que la viralización te beneficia. Error. Lo único que has conseguido es que te cojan la matrícula los que no te tenían en el radar, preguntándose, rotos de la risa, qué clase de chalados personajes salen del PSOE navarro.
Yo, que reviso obsesivamente cada frame con lupa, ampliando imágenes para ver todos los posibles reflejos de todo, escuchando cada sonido con auriculares, concentrado hasta la paranoia, por si se ha colado algo inconveniente en la más lejana lejanía, no dejando nada que estuviera en mi mano al azar, pero nada, joder, si en mi curro doy el visto bueno a eso, mis jefes me habrían echado, y con razón, a la calle al segundo siguiente de hacerse público.
Es la chapuza más loca que he visto en mi vida. No sabes la de cursos, conferencias, ponencias, presentaciones varias que has apañado en el mundillo. Enhorabuena, Ron Damon, para todo hay que valer, y tú para esto vales mucho, al menos como ejemplo de lo que no hay que hacer en comunicación. Y eso es todo.