El sanchismo nació en Navarra con Chivite

Visita del presidente Pedro Sanchez a los socialistas navarros. MIGUEL OSÉS
"Ella es la primera sanchista que salió de ese laboratorio. Sin capacidad de elección, la moldearon de esta forma sanchista y ella no puede sublevarse".

No acabo de entender esa insistencia de UPN en acercarse a quien le apalea sistemáticamente. Una y otra vez, al tenderle la mano, Txibite se ríe, les desprecia, les humilla y les mete un sopapo que les gira el jeto. Ha vuelto a ocurrir con los presupuestos de Navarra. UPN le dice a Txibite que ellos están dispuestos a negociarlos y ella les muerde el brazo.

Navarra fue el laboratorio donde se ensayó el sanchismo, que básicamente es levantar un muro contra el centro derecha y meter en su lado al partido de la ETA para gobernar con ellos. Lo volvimos a ver ayer en Madrid, donde el PSOE pactó con el partido del terrorismo nacionalista vasco la ley de seguridad ciudadana, los etarras dando órdenes a la policía; y en la Comunidad Autónoma Vasca, donde la consejera del PSOE excarcelaba al asesino de Buesa, el último líder socialista que se opuso al terrorismo en aquella comunidad. Luego llegó Patxi López y ya sabemos cómo heló la sangre, profetizado por la madre de los Pagaza, a tanta gente. La fiscalía del PSOE no ha querido recurrir esta decisión contra sus socios, que como bien ha dejado dicho Otegi, tenemos, esa fue la forma verbal que eligió el líder batasuno, o sea, Bildu tiene, 200 presos que hay que sacar de las cárceles.

Txibite no va a dejar de ser una criatura de Sánchez. Txibite es así y no está en su naturaleza poder cambiar porque ella no decide nada en su devenir político. Ella es la primera sanchista que salió de ese laboratorio. Sin capacidad de elección, la moldearon de esta forma sanchista y ella no puede sublevarse. La echaron al mundo para que fuera haciendo lo que Sánchez quería hacer a nivel nacional y estudiar la reacción de la opinión pública.

Cuando vieron que no pasaba nada por pactar con el partido de la ETA y que los votantes del PSOE tragaban gustosos y arrodillados, Sánchez se convenció de que podía ser el eje sobre el que girara su estancia en la Moncloa. En la Moncloa y lo que es más importante para él, en los palacios de la Mareta en Lanzarote, en el de Doñana y en el avión privado que le pagamos entre todos los contribuyentes para que pueda llegar a ellos.

Fue en Navarra donde empezó toda esta estrategia que The Economist titulaba ayer jueves como "clings to office at a cost to Spain’s democracy". Es decir, aferrarse al poder a costa de la democracia española, para los que no sabemos inglés. Aquí en Navarra directamente le sentaron a Txibite para aprobar los presupuestos con Araiz, el firmante de la doctrina terrorista nacionalista vasca de sociabilizar el dolor, matar a todos todo el rato, para que no hubiera dudas de quién es Bildu.

Ese es el gran éxito de Santos Cerdán, el convencer al marido de Begoña Gómez de que no tendría consecuencia alguna entre sus votantes pactar con los que asesinaron incluso a sus propios compañeros de partido. El muerto al hoyo y el PSOE al bollo, como así ha quedado demostrado. Y de ahí, hasta donde desearan, que quien puede pactar con el partido de una banda de asesinos, puede colonizar las instituciones para que trabajen a su servicio sin que nadie le diga ni Irroña.

Todo está al servicio del sanchismo, desde el CIS hasta el Banco de España, pasando por la fiscalía, la abogacía del estado que está defendiendo hasta a su señora de los chanchullos en los que anda metida, llegando incluso al Tribunal Constitucional, que por 7 a 4 le apaña el compañero Conde Pumpido la barrabasada que necesite en cada momento para seguir atornillado al sillón.

Txibite fue el prototipo de esta degeneración democrática que va descendiendo ya de forma acelerada hacia la tiranía. Lo dice ya hasta la prensa extranjera, otros que deben ser unos fachas, por eso nunca, jamás, la presidenta socialista de Navarra se apartará un milímetro de la doctrina con la que fue programada. La dibujaron así. Nació sanchista y morirá sanchista. Y eso es todo.