Mercedes, la pamplonesa que ya conoce la fecha para cerrar su tienda después de 41 años
La peluquería Subirats de Pamplona tiene previsto el cierre para el próximo 31 de diciembre, después de 41 años abierta a sus clientes. Su dueña se jubila y no encuentra un relevo al que pasar el testigo de su negocio.
La peluquería está situada en la calle San Juan Bosco 7 trasera desde 1982. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, de la cafetería El Ambigú, donde puedes desayunar como en un hotel de cinco estrellas, o el conocido bar restaurante Vía Veneto de Iñaki Landa en la calle Padre Barace 1.
La pamplonesa Mercedes Subirats Ciordia tiene 66 años y es la dueña de la peluquería, "de padre catalán y madre riojana". Sigue en el mismo local en el que abrió su negocio en 1982 cuando tenía 23 años. "A los 16 o 17 años empecé en la escuela de peluquería. Mi padre no quería pero yo desde que nací tenía clarísimo que quería ser peluquera", asegura.
Trabajó seis años en una peluquería y al final se decidió a buscar un local en un barrio que estaba creciendo y compraron la bajera. "Las primeras peluquerías que se pusieron en planta baja fueron las de Lupe Huarte y la mía en Pamplona, en aquellos años donde todas estaban en pisos".
El balance de todos estos años lo define así: "He tenido una suerte increíble. Además de tener suerte he sido muy tenaz y he trabajado muchísimo. Estoy muy agradecida a la gente. Hemos llegado a estar cuatro personas trabajando y hemos sufrido varias crisis, pero esto sigue funcionando muy bien".
Luego está el problema de la continuidad: "No tengo relevo generacional. Claudia lleva casi 18 años trabajando conmigo pero no le interesa seguir ella sola. Yo no tengo hijos. Tengo dos sobrinos, Elisa y Eduardo, pero están encaminados a otra cosa", indica Mercedes.
La fecha prevista del cierre es el 31 de diciembre. "Cerraremos ejercicio a final de año con 47 años cotizados. Yo me voy con una pena terrorífica. No estoy preparada psicológicamente porque me apasiona este mundo de la peluquería y la red social que tengo aquí".
Mercedes se conoce a todo el barrio: "Tengo a mis clientas que son encantadoras. Tengo de todo, desde abogadas, médicos, juezas... y de todas las edades, hasta la tercera generación. Me han aportado mucho y he aprendido muchísimo de ellas".
Destaca también otro motivo para dejar el trabajo: "También tengo las manos muy deterioradas. Seguiría emocionalmente, pero ya no me acompañan las manos. En una tengo una prótesis y la otra la tengo para operar. Han sido muchas horas de trabajo. No puedo dar mas que gracias a la vida, a mi gente y a la gente que ha trabajado conmigo".
Ahora han cambiado los tiempos: "El trabajo ha bajado respecto a los primeros años por la cantidad de peluquerías que hay. La gente acude de otra manera y pese a todo me da orgullo que tenga una tercera generación de clientas que son casi mi familia".
En cuanto al futuro en su vida sin la peluquería, explica: "Todavía tengo que procesar todo esto. Mi pareja me dice en broma que no estoy preparada y que me voy a morir sin mi peluquería. Me gusta el contacto con la gente. Me gusta mucho viajar, el senderismo, el deporte y la relación personal. Me buscaré actividades y me adaptaré. Lo importante es que estoy bien de salud", concluye Mercedes.