Comercio Local

La bonita despedida de una tienda de Pamplona con más de 100 años de historia: "Con lágrimas en los ojos"

La familia se reunió ante el cierre de la tienda Muebles Ezcurdia, en la calle Paulino Caballero 41 de Pamplona. IÑIGO ALZUGARAY
Tras más de un siglo de historia, la emblemática tienda del Ensanche ha cerrado sus puertas con una emotiva despedida y una carta firmada por la bisnieta del fundador.

Muebles Ezcurdia, un negocio centenario del Ensanche de Pamplona, ha cerrado sus puertas de manera definitiva. El establecimiento, situado en la calle Paulino Caballero, ha bajado la persiana tras varios meses en los que había anunciado la venta rebajada de todo su stock. El pasado 15 de abril, la familia organizó un vino de despedida en el propio local para cerrar una trayectoria que comenzó hace más de un siglo, cuando Joaquín Ezcurdia abrió un pequeño taller de ebanistería en la calle Eslava.

Aquel modesto taller se transformó con los años en una fábrica de muebles de referencia en Navarra y provincias vecinas, gracias al impulso de José María Ezcurdia, hijo del fundador. Más tarde, la tercera generación, también con José María Ezcurdia al frente —padre de la actual propietaria— dio continuidad al negocio, que acabó asentándose definitivamente en el local de Paulino Caballero. Allí se especializó en la venta de muebles y artículos especiales, piezas de gran calidad, diferentes y personales.

Una tienda como ya no quedan”, ha escrito Miryam Ezcurdia Soria, bisnieta del fundador, en una emotiva carta dirigida a los clientes. En ella explica que durante los últimos meses han recibido “incontables visitas llenas de cariño, cargadas de pena, nostalgia y, en muchos casos, con lágrimas en los ojos”.

A lo largo de los años, Muebles Ezcurdia ha amueblado innumerables casas, negocios e instituciones públicas, como el Gobierno de Navarra. Para Miryam, este cierre tiene un profundo componente emocional. “Un negocio familiar que he mamado desde pequeña y que, tanto a mí como a mis hermanos, nos ha enseñado lo sacrificado y duro que es emprender y mantener una empresa; la exigencia y el tiempo que requiere, y el coste que supone, tanto económico como personal”, expresa en su carta.

Con el mismo sentimiento con el que se despidieron de los clientes, la familia ha tomado esta difícil decisión, motivada por las dificultades que enfrentan los pequeños comercios. “Hoy, mantener un pequeño negocio es más difícil que nunca. La competencia de las grandes marcas, la presión fiscal y el auge de la venta online hacen que el comercio local tenga que multiplicar esfuerzos y recursos para seguir siendo rentable. Se están vaciando las ciudades de tiendas, y solo van quedando las grandes cadenas, quienes también están reduciendo sus puntos de venta. La vida sigue, y la demanda manda”.

A pesar del cierre, queda abierta una puerta a la esperanza. “¿Quién sabe si algún día, algún nieto o nieta de mi padre retomará esta historia y abrirá una nueva etapa de Muebles Ezcurdia?”, plantea Miryam Ezcurdia. Y añade: “Hasta entonces, hoy nos despedimos, pero no sin dar las gracias”.

En su carta, ha querido expresar un profundo agradecimiento a todas las personas que han hecho posible el recorrido de este negocio familiar. En primer lugar, ha recordado a su padre: “Por ser un ejemplo de alegría, trabajo y bondad”. También ha destacado el papel de su madre, “por ser su bastión, su apoyo, y un referente para toda la familia”.

Ha querido mencionar expresamente a los ebanistas, doradores, barnizadores, carpinteros y montadores que formaron parte del proyecto, y ha tenido palabras especiales para Dionisio Sengáriz y Domingo Gómez, que comenzaron en La Milagrosa y acompañaron a su padre hasta la jubilación. También ha agradecido la labor de Marisol Castillejo, mano derecha de su padre durante los últimos 20 años, “por su paciencia, su discreción y su lealtad”.

Además, ha reconocido a María Vera, clienta y amiga, quien propuso celebrar el acto de despedida. Y ha expresado su gratitud a su marido e hijos, “por la paciencia que han tenido y todo lo que me han ayudado con la tienda”.

El cierre de Muebles Ezcurdia marca el final de una etapa en el comercio local pamplonés. Una despedida cargada de emociones, con una última frase que resume el legado de un siglo: “Gracias, MUCHAS GRACIAS con mayúsculas a todos los clientes que habéis confiado en nosotros a lo largo del último siglo. Hasta siempre”.