La AEMET anuncia otro 'veranillo' antes de la llegada definitiva del otoño a Navarra
Las últimas semanas han sido prácticamente un desfile de caprichos meteorológicos: días de calor que daban ganas de sacar la camiseta de manga corta, seguidos por mañanas frescas que hacían sospechar que el otoño ya estaba llamando a la puerta. En ese baile térmico, Navarra ha visto ascensos y descensos bruscos de temperatura, cielos variables y esa mezcla de veranos tardíos con apuntes otoñales. Pues bien: agárrense, porque la AEMET prevé que antes de que el otoño se imponga por completo, viviremos otro empujón veraniego.
El secreto de este “veranillo” radica en un potente anticiclón que se reforzará sobre la Península. Además, estará acompañado por una dorsal en capas medias y altas que ejercerá un “escudo atmosférico”: aislará a la península de la llegada de frentes, borrascas, vaguadas o DANAs, y favorece tiempo estable y temperaturas superiores a lo habitual. En esencia, esa dorsal actúa como una cresta que bloquea la entrada del mal tiempo y mantiene el ambiente más cálido y seco.
Este lunes ha arrancado con intervalos de nubes altas, mientras que durante las horas centrales se esperan cielos despejados o poco nubosos. Las mínimas bajan con respecto a este domingo, de forma generalizada, mientras que las máximas remontan —el ascenso será más intenso en el Pirineo y en la zona centro—.
De cara a mañana martes 7 seguirá la tónica ascendente: cielos con pocas nubes salvo algunas altas al inicio y al final del día. Las temperaturas subirán en toda Navarra, y habrá zonas —como Pirineos y zona centro— donde el aumento será notable, especialmente en las mínimas. En la vertiente cantábrica, las máximas también destacarán por su repunte. El viento será flojo aunque girará a componente norte hacia la tarde. En lo estadístico, Estella podrá llegar hasta 26 °C de máxima, Pamplona hasta 25, Roncal 25 y Tudela 25.
El miércoles 8 empezará a notarse cierta transición. Se espera cielo nuboso o cubierto y al final del día podrían formarse brumas o bancos de niebla en la vertiente cantábrica. No se descartan lluvias débiles también en esa zona hacia últimas horas. Las mínimas se moverán con pocos cambios, con predominio de ligeros ascensos, mientras que las máximas bajarán en gran parte de Navarra (aunque en la Ribera podrían mantenerse estables). El viento vendrá del norte y noroeste, flojo, aunque por la tarde en la Ribera podría intensificarse.
El jueves 9 será el día más “otoñal” del tramo: cielo nuboso o cubierto durante todo el día y lluvias débiles esperables en la vertiente cantábrica. Podrían aparecer brumas o nieblas aisladas en el tercio norte al inicio y al final del día. Las mínimas subirán —con posibles repuntes locales, sobre todo en el extremo oriental— y las máximas bajarán ligeramente, con un descenso más marcado en el tercio occidental. El viento soplará flojo del noroeste, más vivo en la Ribera. Por la tarde en el valle del Ebro se espera cierzo.
El viernes 10 vivirá un nuevo repunte térmico. Estella rondará entre 10 y 20 °C, Pamplona entre 10 y 20, Roncal entre 7 y 21, y Tudela entre 13 y 23. Será un día más de transición hacia el “veranillo”.
El sábado 11, última jornada del pronóstico, cerrará el episodio temporal con temperaturas que retrocederán un poco respecto al viernes: en Estella entre 9 y 23 °C, en Pamplona entre 8 y 24, en Roncal entre 5 y 23, y en Tudela entre 10 y 23. El ambiente seguirá siendo agradable, aunque con menor fuerza veraniega.
En conjunto, estas jornadas reflejan un paréntesis veraniego antes de que el otoño tome el control. Ese impulso cálido se debe, precisamente, al bloqueo del anticiclón con su dorsal en altura: al impedir que se cuelen borrascas o frentes, acentúa la estabilidad y el gradual ascenso térmico. Si todo sigue según lo previsto, el “veranillo” dará su coletazo antes de que las lluvias y el frescor terminen imponiéndose. ¿Les apetece que siga vigilando más allá del fin de semana?