ENCIERRO DEL PILÓN 2019

Enriscados, en lo alto de la montaña o en el vallado: así se las ingenian los espectadores para ver el Pilón

Segundo encierro de las fiestas del Pilón de Falces 2019. PABLO LASAOSA
Ya sea subidos en la pared del monte, a pie de pista o en el vallado hay muchas opciones para ver el encierro del Pilón.

Los falcesinos son los más madrugadores en cuanto a ver el encierro se refiere, pues son de los primeros que llegan a la montaña para coger un buen sitio y ver la veloz bajada de las vaquillas desde el mejor ángulo posible.

Los hay más aventureros que se suben a lo más alto del monte para tener una vista panorámica del encierro o los hay quienes prefieren quedarse en el vallado y ver a las vaquillas pasar delante de sus ojos.

Uno de los que sube a la ladera de la montaña para ver a los mozos correr es Faustino Muñoz, argentino asiduo a las fiestas de Falces. "Por suerte vengo todos los años", cuenta subido a una roca, mientras se agarra a la pared para mantener el equilibrio. Explica que uno de los mejores sitio es este, pues las vaquillas bajan muy cerca por la cuesta y se ve bastante bien.

Uno de los espectadores del encierro subido en la pared del monte para ver pasar a las vaquillas durante el tercer encierro del Pilón. MIGUEL OSÉS

Asier González viene desde Pamplona para ver el Pilón. Esta vez lo ha visto desde un hueco de la montaña donde se ve parte de la curva y la cuesta, en la que se agolpa la mayoría de espectadores. Explica que se ve mejor ahí subido que en el vallado, ya que junto a las maderas se caen los corredores y es más peligroso.

Sobre si le da miedo que salte alguna vaquilla, dice que "malo sea, espero que no", entre risas, ya que bajan con mucha velocidad, y espera que no se frenen justo en esa parte del recorrido.

"Si salta que salte", dice entre risas Jose Ramón Fernández, que viene desde Zaragoza solo para ver el Pilón. Él se coloca detrás del vallado en plena curva, una de las mejores zonas para verlo pues se puede divisar la bajada de las vacas una vez que salen de los corralillos y el tramo final de monte, donde más sustos suelen tener lugar.

Espectadores colocados en el vallado del encierro para ver pasar a las vaquillas durante el tercer encierro del Pilón de Falces. MIGUEL OSÉS

Las que también se colocan en el vallado son Mª Jesús Zubizarreta y Luisa Olcoz, son "de Falces de toda la vida" y no se pierden ningún encierro, aunque cuentan que sí que les da "un poquico de miedo" ponerse tan cerca. La única vez que han tenido algún susto detrás de las vallas fue una vez que una vaquilla se ensañó y se quedó golpeando las maderas que les protegían del recorrido. " Si no, ya sabes, al barranco", cuentan entre risas señalando el desnivel.

Ana Niño viene desde Ornieta, San Sebastián y aún no tiene un sitio asignado para ver el Pilón, aunque está buscando el mejor punto, cámara en mano, para sacar fotos, ya que participa, como cada año, en el concurso de fotografía que convocan de las fiesta de Falces.

Espectadores colocados en lo alto de la montaña para ver pasar a las vaquillas durante el tercer encierro del Pilón de Falces. MIGUEL OSÉS

 La edad no es problema para que Jesús Álvarez de Eulate, de 60 años, haya venido desde Mañeru para ver el Pilón, y almorzar, apostilla. Verán el encierro desde la montaña que queda a la derecha del recorrido, aunque para ellos no sea ningún inconveniente subir las cuestas y así conseguir las mejores vistas de un acontecimiento que reúne a tanta gente de Falces y muchos curiosos que tampoco quieren perdérselo.